De pronto chocaron el dueño y el candidato de Alianza País -Rafico y Lenín- y se dividió el movimiento político que se paseó durante largos, animosos y endeudados diez años por el Ecuador. Lenín se instaló en Carondelet y Rafael se fue a descansar en el ático de Bruselas, pero ya muy enojados los dos, disputando todo, hasta quien comenzó la bronca y qué va a suceder en el inquietante año 2021. Lenín comenzó ganando puntos con el diálogo y la serenidad. Rafael y sus guardaespaldas se mantuvieron en contacto pleno con el lejano Ecuador, intercambiando ideas y eligiendo como sus dirigentes ocasionales a Gabriela y Ricardo, mientras se esperaba el retorno del súper jefe, ocasional por unos días y definitivo algún día.
Entre estas y las otras se produjo la división o ruptura de Alianza País. La temporada imprevista fue casi completa cuando el vicepresidente reelegido, Jorge Glass, brazo derecho e izquierdo del Jefe Rafael, fue a dar en la cárcel por sus amistades con Odebrecht y los negocios con su tío.
Durante estas jornadas se ha visto de todo. Lenín subiendo en las encuestas y buscando dólares, con su equipo humano en parte correísta, sobre todo en el importante campo de las finanzas. Trabajando con gusto los seis primeros meses, pero aplaudiendo con entusiasmo a ciertos jefes del otro bando, como Gustavo, el que maneja la justicia, y Richard, el de la Seguridad Social. Luego pasando apuros cuando surgen las críticas. También no está bien que se prepare con súper velocidad la Convención Aliancista pero olvidándose, ojo, de la cuasi famosa Consulta Popular. Con evidentes buenos deseos pero con los sustos de una mesa servida de 56 mil millones. Con los sacrificios y esfuerzos de una presidencia exigente y a veces amarga pero que puede ser positiva.
El Jefe Rafael cumplió con su oferta de viajar con su familia para un descanso luego de polémicos largos diez años. En Bruselas se mantuvo con la mente puesta en el Ecuador y no tardó en dejar en claro se anhelo de volver a Carondelet por ocho años más. No se puede negar su obra con una década de trabajo y con altos ingresos petroleros en la mayor parte de su período presidencial. Pero no faltan las críticas por la falta de fiscalización, períodos de autoritarismo y el anhelo de reelección indefinida. En la Alemania de la canciller Ángela Merkel rige un sistema parlamentario. La ruptura de Alianza País se reflejó en el informe periodístico, no desmentido, de que continuaban solo con 23 legisladores cuando los aliancistas eran inicialmente 74, incluídos algunos aliados y en los buenos tiempos del correísmo sumaban fácilmente cien. Se anunció inicialmente que el viaje al país del ex presidente era para la próxima Convención de su partido en Esmeraldas, el 3 diciembre pero antes de venir amplió reservadamente sus planes y estará llegando a Guayaquil mañana para enfrentar la división de Alianza País y algo más. ¿Qué? Ya lo sabremos.