A la izquierda, una propuesta de Lorena Carrillo y a la derecha, un maquillaje de Juan Carlos Salazar. Fotos: Pavel Calahorrano y Armando Prado / Chic!.
Los disfraces pasan a segundo plano ahora que los artistas en caracterización inspiran e imponen tendencias a través de redes sociales como Instagram.
El maquillaje ya no es sólo el complemento para un disfraz perfecto. También puede convertirse en el protagonista del ajuar. Ahora, además de los personajes de terror, los de la cultura visual pop se convierten en la fuente de inspiración para un traje divertido y original.
Tres maquilladores quiteños hicieron sus propuestas para esta temporada: Juan Carlos Salazar, Michelle Moscoso y Lorena Carrillo.
Salazar, quien se ha desempeñado como director artístico de la Academia Make Up For Ever de Bruselas y como educador para la misma marca en Nueva York, presentó un maquillaje tomado de las pasarelas.
El profesional indica que en los últimos desfiles se vieron trabajos de textura, satinados y con pigmentos, pero dejando sensación de piel. Es decir, la cobertura y el contorno no es marcado como en temporadas pasadas. Salazar creó una calavera moderna usando tonalidades doradas y cristales.
Moscoso se especializa en ‘body painting’ y caracterización. Los maquillajes de terror como zombies, calaveras y otros son los pedidos más comunes que recibe.
Los personajes de moda tomados del cine, la televisión, videojuegos y el Internet también son codiciados. Harley Quinn y El Guasón, los protagonistas de ‘Escuadrón Suicida’, son los disfraces más populares en el 2016, de acuerdo a Frightgeist. Esta es una plataforma de Google Trends con la temática de Halloween.
La maquilladora Lorena Carrillo por su lado, se inspiró en un fenómeno reciente: los filtros de Snapchat. Maquillajes que replicaban los famosos perritos de la red social se vieron en las pasarelas de Nueva York en este verano. Los estilos con coronas de flores o mariposas y la piel súper iluminada también han sido replicados.
Carrillo creó una suerte de antifaz con tonos violetas y dibujó una lágrima en tono dorado. El objetivo de este maquillaje era explorar el color como se hace en las pasarelas, dejando a un lado los típicos negros y blancos de esta época.
Las tres propuestas son consideradas como sencillas por estos profesionales y, de hecho, los recomiendan para hacerlos en casa con maquillaje como sombras y material de papelería.
A los profesionales, estos maquillajes les tomó unos 40 minutos. Las caracterizaciones que requieren de implantes protésticos, creación de calvas, efectos o maquillaje del cuerpo son más demorosos y costosos. La ventaja de acudir a estudios de maquillaje es que usan materiales hipoalergénicos y que durarán toda la noche de fiesta.