El estilo de vestimenta también sufre de censura

Las prohibiciones que limitan el modo de vestir se siguen reportando en la actualidad. Los tatuajes, los peinados 'diabólicos', la burka y la minfalda han sido vetadas en algunos países.

Las prohibiciones que limitan el modo de vestir se siguen reportando en la actualidad. Los tatuajes, los peinados 'diabólicos', la burka y la minfalda han sido vetadas en algunos países.

Las prohibiciones que limitan el modo de vestir se siguen reportando en la actualidad. Los tatuajes, los peinados en punta, la burka y la minfalda han sido censurados en algunos países.

Esta semana, en Irán se prohibieron los peinados en punta -considerados satánicos-, los tratamientos de bronceado en soláriums, los tatuajes y la depilación de cejas masculina. Desde Occidente, estas medidas suenan coartadoras de los derechos, pues la libertad de vestir se toma por hecho... Aunque no siempre es así.

Aunque desde la Constitución del Ecuador de 1906 no se ampara este tipo de leyes y la Carta Magna actual establece como derecho la libertad estética, los casos de censura a ciertos tipos de vestimenta no han dejado de sonar en el país.

Rafael Garrido Álvarez, abogado defensor de los derechos humanos, nombró el caso de la abogada cuencana Tania Vásquez, a quien se le prohibió el ingreso a un Centro de Rehabilitación de Cuenca, pues el vestido que usaba era “alto”. Ante esto, la abogada planteó una acción de protección para defender lo que consideró una vulneración de sus derechos como profesional y como mujer. El fallo fue a favor del Centro de Rehabilitación y Vásquez afirmó que están “tutelando” su “propio pudor”.

Dejando de lado lo institucional, se han dado otros sucesos. En el 2013, el Cabildo de Otavalo emitió una resolución para que los menores de edad que quieran cortarse el cabello presenten antes una autorización paterna en las peluquerías de la ciudad. La medida, que ya no está vigente, se dio con el afán de mantener la tradicional cabellera trenzada de esa comunidad.

Durante el período de Abdalá Bucaram como intendente del Guayas, en 1979, prohibió la minifalda. Tal medida se argumentaba para, como en el caso de Vásquez, proteger la dignidad de la mujer.

Pero este tipo de situaciones no son nuevas ni se dan solo en Ecuador. Marisol Romero, directora de la carrera de Diseño de Modas de la Universidad San Francisco de Quito, cuenta que a lo largo de la historia se han dado prohibiciones. Es así que nacieron las leyes suntuarias, que, desde antes de Cristo, han regulado, en diferentes sociedades, la vestimenta para el orden moral o para la distinción de clases, religión o género.

Romero explica que los códigos de vestimenta son necesarios, pues ayudan a las personas a pertenecer a un grupo y a una sociedad, o a estar fuera de ellos. Sin embargo, si estos códigos tácitos son tipificados, se amenaza la libertad de los individuos.

“No son positivas las prohibiciones en las que te quitan el derecho a hablar de ti mismo a través de la ropa o accesorios, porque las personas van a hacerlo en contra de la ley, lo cual crea más problemas”, expresó. Es diferente cuando se trata de religiones, pues aquellos que creen no tienen intención de rebelarse, agregó Romero.

A escala mundial, Francia ha sido uno de los protagonistas en la censura de vestimenta. En el 2014 se prohibió el uso de la burka, pues fue considerada una “amenaza para la convivencia”.

Eric Hortense, estilista y bloggero de moda, dice que en Occidente las personas “crecen con la idiosincrasia de la libertad estética” e imponer leyes como las que ha llevado a cabo Francia -o en los otros casos señalados-, va en contra de esta misma creencia. Hortense señala que la moda cumple un papel emocional, que permite a las personas proyectarse como consideren correcto y se sientan a gusto.

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