La vacunación contra covid-19 es importante debido a tres razones. Uno, la persona tiene menores probabilidades de enfermarse gravemente o morir producto del coronavirus. Dos, la circulación del virus disminuye. Y, tres, el aparecimiento de nuevas variantes baja.
Por eso, las autoridades sanitarias nacionales y mundiales y expertos insisten en la importancia de la inmunización a toda la población. En el país hay 17,7 millones de ecuatorianos; de ellos, 56,2% o 9,9 millones de habitantes ha recibido el esquema completo contra la enfermedad, es decir, una o dos dosis (depende de la proveedora).
Esta cifra apenas supera el 50% de los habitantes. Sin embargo, hay que entender que en el total de la población constan menores de 5 años, cuya inoculación aún no está planificada. Además, están los niños de entre 6 y 11 años, cuya vacunación arrancará el próximo lunes 18 de octubre del 2021.
Ahora, si se toma en cuenta la población objetivo, es decir, 16 millones de personas -desde los 5 años- se ve que el porcentaje es mayor: 90,6% tiene las dosis completas.
El índice más bajo de inmunizados está en los adolescentes de 12 a 17 años. Ellos fueron los últimos en recibir las fórmulas.
Pero, ¿cuántos mayores de 18 años faltan por vacunar? Según las cifras del Vacunómetro, 2,2 millones de personas que superan esa edad aún no reciben las fórmulas contra covid-19. En este grupo también puede estar gente que tiene una de dos vacunas. Los datos son con corte al 10 de octubre del 2021.
Andrea Gómez, epidemióloga, alerta que este grupo genera preocupación, debido a que corren mayores riesgos de enfermarse gravemente o morir por el virus. Esto implica el aumento de los servicios sanitarios.
A esto se suma que hay una mayor probabilidad de que el virus siga circulando y, a la vez, el aparecimiento de nuevas variantes de ‘preocupación’, como la Delta. Esta tiene una alta contagiosidad.
Jhommara Bautista, experta en biotecnología, coincide con su par. Ella complementa que al inicio se tenía prevista la vacunación del 70% de la población para alcanzar la inmunidad de rebaño (mayor cantidad de habitantes inmunes al patógeno). Sin embargo, con la presencia de las variantes, las cifras han aumentado a más del 85%.
“Más del 90% de las personas mayores de 60 años y el 90% de mayores de 35 que tienen comorbilidades; son los más susceptibles. La vacunación ha ayudado a manejar y controlar el número de casos y su gravedad”.