Cada vez más hombres se interesan por saber qué hacer durante la lactancia, cuál es su rol, cómo dar una mano a la madre que ya ha soportado el embarazo y el parto. Y cada vez hay mayor conciencia sobre la importancia de su participación activa en esta etapa vital para el desarrollo del bebé.
Kerly Soto involucra todo ello en una triada: hijo, mamá y papá. Si bien la conexión es más fuerte con la madre, la médica nutrióloga especializada en Asesoría para la Lactancia asegura que eso no implica que la pareja sea indiferente. Por el contrario, su empatía es necesaria para dar soporte a la mujer en esta fase de múltiples cambios.
“Y esa empatía significa que esté junto a ella, preguntándole qué siente, si tiene algún dolor, hambre o sed. También debe ayudarle en los momentos de cansancio, cuidando a su hijo”. Es un comportamiento totalmente opuesto al del padre tradicional, distante y hasta ausente al que estamos acostumbrados a relacionar con esta etapa.
Los 15 días de permiso de paternidad han aportado a este giro. Soto, quien también dirige el banco de leche humana del Hospital Universitario de Guayaquil, aconseja que este tiempo sea bien aprovechado para crear vínculos desde temprana edad con el niño.
Asimismo, recomienda que los hombres se informen anticipadamente sobre los beneficios de la lactancia exclusiva en los seis primeros meses de vida. “Estudios indican que los niños que lactan son 7,5 veces más inteligentes que los niños no amamantados”.
Las posibilidades de apoyo del padre son múltiples. Liz Obregón, líder de la Liga de la Leche Ecuador, recalca algunas de ellas: desde propiciar un clima de tranquilidad y seguridad, hasta ocuparse más del trabajo en casa.
El padre “puede contribuir al éxito de la lactancia permitiendo a la madre disfrutar de las circunstancias idóneas para amamantar. También asumiendo un mayor porcentaje del reparto de tareas domésticas, para que la madre pueda dedicarse en exclusiva a su bebé y a recuperarse lo mejor posible del parto”, apunta Obregón.
Y para hacerlo debe conocer tanto de lactancia como la madre. De esta manera podrán tomar las mejores decisiones en pareja, como distinguir entre consejos contraproducentes y soluciones reales a las dificultades que pueden surgir en este periodo.
“El padre puede ser como un paraguas, capaz de parar las críticas y transmitir confianza”, finaliza.
Antes del parto
Acudir en pareja a las charlas de asesoría en lactancia es el primer paso. Esto les permitirá tomar, en conjunto, la decisión de amamantar antes que optar por las fórmulas. Un padre comprometido buscará información fiable para esclarecer dudas y superar inconvenientes.
Soporte emocional
El embarazo y el parto producen grandes cambios en la mujer. Algunas madres podrían estar más sensibles durante la lactancia, debido a una mayor producción de hormonas como la oxitocina y la prolactina. El padre debe ser empático, mostrarse cariñoso y dar apoyo a su pareja.
Rol del cuidado
La lactancia materna crea un lazo único entre la madre y su hijo, pero el padre puede ayudar a que este vínculo sea más fuerte. Esto es posible al bañarlo, cambiarle los pañales, vestirlo, acunando al bebé mientras la madre duerme. De esta manera se afianza la relación de familia.
Cambio hormonal
El padre experimentará cambios en la segregación de hormonas. El apego desde los primeros días de vida del niño le ayudará a bajar la carga de testosterona, por lo que disminuye el deseo sexual. La oxitocina y la vasopresina aportan a crear vínculos afectivos más fuertes.
Apego piel con piel
El método canguro es una buena estrategia. Llevar al bebé junto al pecho fortalece el apego entre padre e hijo y da apoyo a la madre. Este contacto piel con piel aumenta la producción de oxitocina, la hormona del amor, por lo que el padre será más afectivo con su pareja y con su bebé.