Los expertos recomiendan proteger a los estudiantes de los rayos ultravioletas con protector solar, gorras y ropa de manga larga. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Cada mañana, Mónica Solís coloca protector solar en el rostro, cuello y brazos de su hija Camila, de 9 años. La niña tiene piel sensible; el contacto con el sol le provoca un enrojecimiento en su piel y brotan unos pequeños granos, que son difíciles de curar.
El retorno a clases genera preocupación para esta madre, por lo que además envía una gorra para que la niña pueda cubrirse del sol y le recomienda alejarse de lugares con mayor exposición a los rayos solares.
Cuidar a un niño o niña de la radiación es importante para evitar enfermedades mayores como el cáncer, a futuro, por lo que es necesario acudir a un dermatólogo para revisar el tipo de piel de cada niño. Así se podrá elegir una protección adecuada.
Hay protectores solares a base de gel, que son ideales para la piel grasa. Los adolescentes, que tienen tendencia a este tipo piel, pueden usar esta opción. Pero si la persona tiene piel seca debe utilizar uno en crema.
Para una mayor protección es importante colocar el producto 30 minutos antes de la exposición al sol, explica la dermatóloga, María Victoria Santofimio.
La especialista, además, sostuvo que el protector debe aplicarse cada dos o tres horas para cuidar más la piel, que es el órgano más extenso del cuerpo humano. “La mayoría de protectores deben tener base 50 y la cantidad ideal es del tamaño de la punta del dedo (falange)”.
Santofimio, adicionalmente, recomendó usar camisetas de manga larga y si es posible con una tela que tiene un filtro para proteger más la piel del niño. Además se debe usar gorras o sombreros de tela y gafas con filtros UV.
En algunos establecimientos educativos, autoridades y docentes solicitaron como medida de prevención el uso de gorras y vestimenta de manga larga. Además deben llevar en sus mochilas un termo para la hidratación y protector solar para colocarse el producto constantemente.
Mónica defiende estas recomendaciones, en especial, la última. Ella recuerda que cuando su hija estaba en el preescolar, los docentes pedían el producto y les colocaban. En la escuela actual no lo hacen, por lo que pide que se debería pedir en todos los establecimientos el protector para cuidar la piel de los pequeños.
Otra de las estrategias que se realizan en los planteles es evitar la exposición de los chicos al sol. Se recomienda buscar lugares bajo techo para cumplir las actividades recreacionales como el recreo o las horas de deportes.
Si una persona no se cuida la piel y hay una exposición demasiado fuerte al sol puede aparecer el cáncer. Cada año se reporta 650 casos nuevos en la capital, según el Registro Nacional de Tumores de Solca. La entidad reconoce que es la segunda causa de enfermedades oncológicas en hombres y la tercera en mujeres.