'La juventud nos puede jugar una mala pasada, si creemos que por haber estudiado en otro país somos mejores'

Christian Palacios retornó al país en octubre del 2015 tras estudiar una maestría en Investigación en la Educación. Actualmente es el presidente del Fente de Becarios Internacionales. Foto: EL COMERCIO

Christian Palacios retornó al país en octubre del 2015 tras estudiar una maestría en Investigación en la Educación. Actualmente es el presidente del Fente de Becarios Internacionales. Foto: EL COMERCIO

Christian Palacios retornó al país en octubre del 2015 tras estudiar una maestría en Investigación en la Educación. Actualmente es el presidente del Fente de Becarios Internacionales. Foto: EL COMERCIO

Christian Palacios realizó una maestría financiada por el Estado en Barcelona, España. El profesional, de 30 años, se especializó en Investigación en la Educación. Cuando volvió al país, en octubre del 2015, no tuvo problemas para vincularse a una institución de educación secundaria, privada.

Posteriormente laboró en los Ministerios de Educación y de Relaciones Laborales. Hace un mes, renunció a lo público para buscar una plaza de docencia en instituciones de educación superior.

Su objetivo es estudiar un doctorado, y para eso, necesita estar más vinculado a la academia. Actualmente es el presidente del Frente de Becarios Internacionales, que agrupa a cerca de 700 estudiantes que completaron sus estudios en el exterior.

¿Cómo está formado el Frente de Becarios Internacionales?

Nació hace dos años. Somos cerca de 700 becarios que nos asociamos. Tenemos compañeros de tercero y cuarto nivel. Pero el grupo más significativo estudia maestrías. Estamos en ocho provincias.

¿Qué opina de la situación actual de los becarios retornados?

No solo se trata de conformar un colectivo para quejarse. Por supuesto que debe existir una actitud crítica, como ente de la sociedad civil. Pero es importante tener una mirada propositiva. Creo que no solo se debe hacer un reclamo por la carencia de empleo, ya que ese problema existe a escala nacional y a todo nivel. Se trata de temas más importantes que se están dejando de lado, como la transferencia de conocimiento y la optimización del talento humano, que eran parte de un proyecto nacional, en beneficio del país.

¿Qué implica eso?

Nuestra misión, como colectivo, es sostener algunos logros ciudadanos y luchas sociales, de las cuales los becarios somos una parte. Con una correlación de 20 000 becarios retornados y una inversión superior a los USD 600 millones, no se está logrando la optimización del talento humano y la trasferencia de conocimiento.

¿Cómo se conseguiría esa optimización?

En espacios que sean estratégicos y pertinentes con las áreas en las que se especializaron los becarios, y eso no ocurre actualmente. Pero no es solo eso, necesitamos que las instituciones estén dispuestas al cambio, para permitir que gente joven se incorpore en lo público, pero también en lo privado. Esa es una de las deficiencias que se ha visto en el programa de becas, que fue la gran promesa por la que muchos se fueron. Nuestros estudios fueron financiados con recursos públicos, pero estamos atados de pies y manos. No han existido espacios de acogida para los becarios.

Las autoridades hablan de que todo es un proceso, que se hace carrera peldaño a peldaño.

La juventud nos puede jugar una mala pasada, cuando creemos que por haber estudiado en otro país somos mejores, o sabemos todo. Pero eso sí implica una transferencia de conocimiento, como una relación de mutuo aprendizaje. La optimización de talento humano, reduciría el aparato burocrático, lleno de tramites y procesos más engorrosos de lo necesario. En algunos casos, en base a la meritocracia, los becarios pueden cumplir su función de mejor forma, de lo que actualmente realizan algunos funcionarios públicos. No se debe generalizar, pero en algunos casos sí es así.

¿Qué se debería modificar?

Más que la normativa, se necesita voluntad política. Destruir los paradigmas adultocéntricos, que en algunas instancias gubernamentales, han sido verdaderas trabas. Los becarios nos hemos topado con una pared adultocéntrica y burocrática que considera que ya se nos dio la inversión y que ahora debemos arreglárnosla como podamos. Es una de las grandes dificultades, esa mirada, de renovación generacional que le hace falta al aparataje estatal.

¿Qué responde a quienes los señalan como cercanos al régimen anterior?

Somos afines al proceso ideológico del progresismo latinoamericano, más que a una sola persona o partido, en el colectivo hay una mirada progresista. En la construcción ideológica política, nos apoyaron algunos procesos específicos. Ahora, como ciudadanos, requerimos un espacio de dialogo donde podamos mostrarle al Presidente la importancia de los becarios para apoyar el proceso, que en el fondo, es apoyar a la patria.

¿Han tenido acercamientos con autoridades?

Estamos a punto de reunirnos con Ximena Ponce, una de las viceministras de Senescyt. Para nosotros es un logro, una gran señal de apertura de las autoridades. Justamente este martes, 27 de marzo, también nos reunimos con asesores de la Secretaría de la Gestión Política.

Augusto Barrera anunció que se revisará la asignación de becas, pues en muchos casos fueron otorgadas a personas que sí podían costearlas total o parcialmente. ¿Qué opina al respecto?

Siempre es importante revisar la política pública. Lo importante es que se lo haga con un análisis técnico y no político. Además, esto ayudaría a reducir las brechas de inequidad educativa en el país. Es cierto, no se debería seguir financiado a ciertos estratos de la sociedad que podrían financiase por si mismos. En ese sentido estamos de acuerdo.

¿Qué propondrán a las autoridades de la Senescyt?

Se propondrá crear una mesa intersectorial para la inserción de becarios, en vacantes del sector público y en ministerios estratégicos. La segunda es la elaboración de una propuesta conjunta de inserción laboral integral para los becarios retornados. Esto implica la ampliación de concursos de meritos y oposición en lo público, apoyo efectivo a emprendimientos, acercamiento a empresas privadas. Finalmente, nos estamos constituyendo como una organización de derecho, con el apoyo de Senescyt.

¿Qué lograrían con eso?

Al ser una organización legalmente constituida, acudiremos al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) para actuar como veedores en los concursos de méritos y oposición de las universidades. Queremos retribuir al país, ya que nuestros estudios han sido financiados por todos los ecuatorianos

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