El centenario del nacimiento de Sixto Durán Ballén se conmemora este 14 de julio.
Durán Ballén tuvo una notable influencia en la vida nacional desde el primer encargo del presidente Galo Plaza en la reconstrucción de Ambato, tras el terremoto, hasta su paso por el poder.
Alcalde de Quito, ministro y legislador, Este arquitecto de profesión será recordado en los momentos difíciles de la guerra del Cenepa por su frase que se hizo célebre: “ Ni un paso atrás”. Así simbolizó la resistencia de las tropas ecuatorianas en las contiendas del alto Cenepa, en la última y definitiva guerra con el Perú.
La historia del Ecuador había sido jalonada por la confrontación. Una invasión militar en 1941, la firma del Protocolo de Rio de Janeiro presionada por la ocupación en 1942, la guerra de Paquisha en el año 1981, en el gobierno de Jaime Roldós, luego del Cenepa confluyó en la firma de la paz entre los presidentes Jamil Mahuad y Alberto Fujimori de cuyos términos fue crítico Durán Ballén.
En la guerra del Cenepa en enero de 1995 Sixto Durán Ballén tuvo un gesto que le honró: llamó a los ex presidentes a una cita en Carondelet. Ellos de modo patriótico y dejando a un lado diferencias políticas y personales acudieron al encuentro. Un símbolo, señal inequívoca por la unidad y la paz.
Al día siguiente, y para recibir a la multitudinaria marcha de apoyo, el presidente Sixto Durán Ballén salió al balcón y pronunció la frase que quedó como legado de su mandato.
Al asumir el cargo, Sixto Durán Ballén tuvo un gesto con Alberto Fujimori. En el discurso de posesión bajó y se estrechó en un abrazo con el presidente del Perú. El mandatario peruano había mantenido citas con Rodrigo Borja, en Cartagena de Indias, San Antonio, Texas, y en Quito en una visita histórica en enero de 1992.
Pese a los encuentros entre Durán Ballén y Fujmori, la paz no prosperó (Bahía, Manabí).
En enero se produjeron incidentes armados entre patrullas de ambos países. Ecuador había repelido fuego peruano. El día 25 Ecuador se reportó la presencia de helicópteros peruanos en la zona del Cenepa y convocó a los países garantes del Protocolo de Río. Quizá ese reconocimiento de tal condición del Régimen de Durán Ballén y su ministro Galo Leoro Franco fue el inicio para un futuro arreglo definitivo.
La guerra del Cenepa, empero, acarreó una crisis económica, estimada por el ministro de Finanzas, Modesto Correa, en 250 millones de dólares: hubo desintermediación financiera, retiro de depósitos monetarios y el cierre de créditos para las importaciones. El cese al fuego de febrero, tras la defensa de Tiwintza y los combates aéreos en los que salió victorioso el Ecuador, fueron claves de aquella guerra. Ese quizá fue el punto más alto de su gobierno.
Meses después afrontó la crisis del juicio político al vicepresidente Alberto Dahik, a quien en primera instancia el presidente defendió. La crisis política que derivó en el fin de Dahik en la Vicepresidencia se desató por el manejo de los gastos reservados y acuerdos con varios legisladores a cambio de sus votos en la aprobación de leyes. Cuando Dahik fue acusado por el presidente de la Corte Suprema, Carlos Solorzano, por manejo indebidos de los fondos del Estado en cuentas privadas, esa estantería se vino abajo y su fuga al exilio en Costa Rica se produjo cuando Durán Ballén le pidió la renuncia a fines de septiembre de 1995. A Dahik le sucedió Eduardo Peña Triviño.
Dahik fue mentalizador de la política económica durante el gobierno de Durán Ballén por un alto encargo presidencial.
El 10 de agosto de 1992, Sixto Durán Ballén asumía la presidencia luego de derrotar en las urnas a su antiguo coideario del PSC, Jaime Nebot Saadi.
Durán Ballén se apartó del Partido Social Cristiano, del cual había sido cofundador con Camilo Ponce Enríquez en 1956 y candidato presidencial en dos oportunidades en el retorno a los gobiernos civiles, en 1978 y 1979 y luego, en 1984.Durán Ballén creó su partido: Unidad republicana(PUR).
En la Presidencia constituyó el Consejo Nacional de Modernización que a la postre no pudo concretar todas sus aspiraciones en transformar al Estado en un ente más pequeño y hasta perdió una consulta popular para plantear algunas reformas de corte liberal. Sin embargo, la Ley de Modernización fue aprobada en septiembre de 1993. Empezó el uso de la telefonía celular con dos operadoras que hasta hoy dominan el mercado.
Al finalizar marzo de 1993, el gobierno tuvo que afrontar uno de aquellas tragedias naturales que marcan nuestra historia. Un gigantesco deslizamiento de tierras taponó el río Paute que se desbordó y causó muertos, heridos, desaparecidos, enormes pérdidas y la transformación de la naturaleza.
El derrumbe de la Josefina terminó con impactos dinamiteros y ataques con morteros que evacuaron el embalse de 160 millones de metros cúbicos de agua. El derrumbe de la montaña cambió esa geografía para siempre y supuso en grave riesgo a la presa Daniel Palacios del proyecto hidroeléctrico Paute (Azuay), una obra estratégica planificada en el gobierno militar al que siguieron otras del Plan Maestro de Electrificación.
Antes, en noviembre de 1992 los cortes de energía llevaron a lo que se llamó la hora Sixto, con el atraso de los relojes para aprovechar más horas del día.
En 1994, Ecuador firmó una Carta de Intención con el Fondo Monetario Internacional, se subieron las tarifas de luz, teléfonos y el combustible y se anunció una huelga del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT). Un año después se anunció otra paralización. Se reanudaron los pagos a la banca internacional suspendidos en 1992. En mayo de 1994, se redujo el 45% del capital de la deuda externa y el 20% de los intereses. El monto de la deuda era de USD 7 580 millones.
Durán Ballén nominó a Luis Felipe Duchicela, Rey Cacha, primer funcionario indígena con rango de ministro en la Secretaría de Asuntos Indígenas.
Un escándalo ocurrio en 1994, cuando la empresa Flores y Miel, de la nieta del presidente, consiguió un préstamo por USD 800 000 de la Corporación Financiera Nacional. La Presidencia deslindó toda responsabilidad del mandatario.
Luego de su colaboración con el gobierno de Galo Plaza en 1949, Durán Ballén fue funcionario del BID y apoyó varias obras de infraestructura en distintos países como la presa de Itaipú. En el gobierno de Camilo Ponce en 1956 fue Ministro de Obras Públicas.
Fue alcalde de Quito en 1970. Ganó en las urnas a Manuel Córdova Galarza, de Izquierda Democrática y permaneció en ese cargo durante la dictadura civil de Velasco Ibarra y los gobiernos militares de Rodríguez Lara y el triunvirato que organizó el Plan de Retorno a los gobiernos civiles.
Un mérito indudable fue el haber contribuido con la democracia cuando Jaime Roldós le ganó la Presidencia en primera vuelta y varias voces le pedían que se retire para que se trunque el retorno. Sixto se mantuvo, Roldós ganó y el proceso no se interrumpió.
Sixto Durán Ballén nació en Boston (EE.UU.) en 1921, hijo de padres ecuatorianos. Sus estudios primarios los cursó en el Colegio San José de Lasalle de Guayaquil y la secundaria en el Colegio San Gabriel de Quito. Estudió arquitectura en el Stevens Institute oh Technology, EE.UU. U y se gradúo en la Universidad de Columbia. Fue profesor de la Universidad Central. Estuvo casado con Josefina Villalobos y tuvo 10 hijos. Tita murió de leucemia en 1988. Sixto Durán Ballén falleció el 15 de noviembre de 2016.
A 100 años de su nacimiento, su paso por la vida nacional queda para la historia.