Sandra Álvarez, activista Glbti: 'Quito no debería paralizarse por la visita de un Papa'

Para la activista Sandra Álvarez desde los púlpitos se genera odio hacia la orientación sexual y la sexualidad. Foto: EL COMERCIO

Sandra Álvarez tiene 48 años y desde 1990, es decir hace 25 años, asumió públicamente su orientación sexual. En el 2000 empezó en el activismo y desde el 2003 trabaja con la Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas, que preside.
Fue asambleísta alterna de Paco Velasco, por Alianza País, en el período anterior. Pero nunca se afilió a ese movimiento y asegura sentirse orgullosa de ello. Estuvo en una reunión con el presidente Rafael Correa en agosto de 2014 junto a otros representantes de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexo. Pero no está contenta con los resultados. Ahora habla sobre la visita del papa Francisco.
Silueta X, una de las organizaciones de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexo (Glbti), habla de conformar una comitiva Glbti para recibir al papa Francisco. ¿Qué opina usted de eso y cuál es su expectativa sobre la visita del máximo jerarca de la Iglesia Católica?
No estamos a favor y bajo ningún concepto formaríamos parte de una comitiva para recibirlo. Esto por todo el posicionamiento de las iglesias, no solo la católica, frente a la temática Glbti y de derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Históricamente han rechazado y repudiado a la diversidad sexo genérica. Como una Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas, vinculada al movimiento feminista, somos coherentes. Creemos que todos los recursos que se gastan para adecuar espacios en donde estará el Papa constituyen un insulto en una época de crisis. Estamos en una época en que el Gobierno nacional y también el local debieran vivir en austeridad. Es un contrasentido tratar de captar recursos a través de impuestos y por otro lado gastarlos.
Pero la mayor parte de la población es católica… ¿No hay que respetar eso?
Este es un Estado laico, debe haber una coherencia mínima. Está bien que las personas tengan su fe, ideología y creencias, pero no implica que deba paralizarse Quito por la llegada del Papa.
¿Usted como ciudadana siente que la llegada del Papa le afecta?
Hay demasiadas afectaciones en lo cotidiano, por poner un ejemplo simple, la placa de mi vehículo termina en 6. Tengo pico y placa los miércoles pero ahora lo tendré que guardar dos días, martes y miércoles. Es un ejemplo vano, pero es así.
En el caso de guarderías cerradas y de la restitución del feriado obligatorio para los empleados públicos. No me parece que haya que paralizar las actividades de una ciudad porque llega el Papa, por qué no hicieron lo mismo cuando llegó Sting o por qué no hacen lo mismo cuando venga Maná. Todavía el poder de la iglesia se evidencia.
¿No le parece importante para las personas de la comunidad Glbti que profesan la religión católica tener la opción de hablar sobre sus derechos con el papa Francisco?
Como organización nos cuestionamos. Cómo formar parte de una comisión de recepción al Papa. Me duelen los apelativos de depravados, de contra natura, de la Biblia dice…, de cómo pueden adoptar hijos… No es un tema de este papa Francisco sino de la Iglesia Católica y de todas las iglesias, es una política de discriminación institucionalizada. Lo positivo es que reactivará la economía por la cantidad de turistas que vendrán.
En el 2013, el papa Francisco dijo que si alguien era gay, quién era él para criticarlo. Pero este 2015 criticó lo que llamó el ‘lobby gay’ en el Vaticano. ¿Ustedes creen que este Papa es más cercano a la comunidad Glbti?
Quizá es una necesidad de ser pionero y vanguardista, de acercarse a grupos excluidos. Quizá se acerca desde un tema de conmiseración, otros lo hicieron con los leprosos. Pero yo no creo nada.
Si hay un poder concentrado en este personaje argentino, por qué a través de encíclicas o de políticas públicas desde el Estado del Vaticano no se insta a respetar la orientación sexual de las personas. Esto sabiendo que dentro de la iglesia católica hay gran cantidad de homosexuales. Tapar eso y solamente tratar de evidenciar los crímenes sexuales que han cometido es una hipocresía.
El tema de la pedofilia ha sido un secreto a voces. Me parece que a veces trata de ser un pionero en defensa de derechos, cuando no está convencido al 100%.
¿Usted es atea?
Yo fui parte de grupos juveniles de la Iglesia Católica, era activista, convencida de que existe un Dios de amor, justo, etc. Todo hasta que empecé a poner atención a los discursos, desde los púlpitos se genera odio hacia la orientación sexual y la sexualidad. Desde la iglesia se ha denigrado el placer, los cuerpos, a la mujer porque si no tienes un hijo, no eres bien vista incluso. No iba a prestarme para eso.
¿No le parece que el poder de la Iglesia podría ser utilizado a su favor?
La religión es tan poderosa que podría ser utilizada mejor que la política. Recuerdo la época en que se buscaba aprobar la Constitución de Montecristi, fuera de las iglesias se entregaban pasquines. En ellos se hablaba contra tres cosas: legalización de marihuana, el aborto y el matrimonio de los gays. Esa fue la agenda de la Iglesia.