El Ministerio de Salud Pública anunció que las mujeres que tengan implantes mamarios, de marca PIP (Poly Implant Prothese), podrán realizarse un chequeo de forma gratuita. Esto, en hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Fuerzas Armadas, Policía Nacional y los hospitales del mismo Ministerio.
El Ministerio de Salud publicará en su página web una lista de los hospitales públicos que cuentan con cirujanos plásticos calificados donde se realizarán las consultas respectivas.
De igual manera recomendó a quienes tengan implantes revisar el carné de cirugía que les fue entregado por su cirujano plástico cuando se realizó el procedimiento, para verificar la marca de implante que llevan.
Esta Cartera de Estado suspendió el registro sanitario de los implantes mamarios marca PIP, que se encontraba vigente en Ecuador. Este registro es como la cédula de identidad de un producto, que establece su inocuidad. Esto es la garantía de que no causa perjuicio al ser humano.
La polémica por las prótesis PIP comenzó en Europa. Su fábrica abrió en Francia, en 1991.
En el mercado europeo cada par se vendía en 250 euros, mientras que otras marcas superan los 800 euros. La empresa llegó a vender unas 100 000 prótesis al año. En todo el mundo 300 000 mujeres tienen estos implantes.
En 2005 comenzaron las irregularidades. La Agencia Francesa de Medicamentos detectó que los implantes no tenían gel de silicona médica sino silicona industrial. Además, su cubierta era muy fina, lo que aumenta el riesgo de rotura y fuga del material.
Los directivos de la Seguridad Social francesa presentó una demanda penal “por estafa y engaño agravado”. Días atrás, además, indicaron que el costo máximo de las operaciones para retirar las prótesis PIP era de 60 millones de euros. Solo en Francia hay 30 000 mujeres con estos implantes.
Cerca del 90% del mercado de PIP estaba fuera de Francia. América Latina representaba 57% de ventas. Se vendieron en Argentina, Brasil, Venezuela y Ecuador.