Luego de un par de días de descanso, es normal tener dificultades para volver a las rutinas y tareas laborales de los lunes.
Investigaciones han demostrado que el cerebro se siente cómodo con la previsibilidad y rutina. Por lo que, la falta de rutina se asocia con la disminución del bienestar y la angustia psicológica.
Y a pesar de que los fines de semana se trata de tiempos placenteros, el cerebro trabaja duro para acomodarse a este repentino cambio de rutina.
Sin embargo, este órgano no necesita hacer demasiado esfuerzo para adaptarse a la libertad de esos días. Lo que sí le resulta complicado es programarse para volver a las actividades menos placenteras, como son las tareas pendientes del lunes por la mañana.
BBC News comparte tres consejos para que los lunes no sean tan pesados. La idea está en “reprogramar” el cerebro para pensar en la semana de manera diferente. Aquí las sugerencias:
Mantenga rutinas
Una opción para adaptarse al cambio después del fin de semana es introducir rutinas que duren toda la semana.
Estas pueden ir desde ver un programa de televisión favorito hasta hacer jardinería o ir al gimnasio. Se recomienda hacer estas actividades a la misma hora todos los días.
Las rutinas mejoran el sentido de la coherencia, un proceso que permite dar sentido a los acontecimientos de la vida.
No cambie la alarma del reloj
Hay que establecer una rutina de sueño. Los estudios muestran que mantener un tiempo de sueño constante puede ser tan importante para disfrutar los lunes como la duración o la calidad del sueño.
Los cambios en los patrones de sueño durante los fines de semana pueden provocar el desfase horario social.
Esto quiere decir que dormir más tarde de lo habitual y durante más tiempo en los días libres ocasionan una discrepancia entre el reloj biológico y las responsabilidades sociales. Lo que se relaciona con niveles más altos de estrés el lunes por la mañana.
Para ello, trate de mantener un horario fijo para acostarse y despertarse. Evite las siestas. También puede crear una rutina de relajación de 30 minutos antes de dormir. Entonces, puede apagar o guardar sus dispositivos digitales y hacer ejercicios que le relajen.
Hackee sus hormonas
Las hormonas también tienen un papel en el ánimo de los días lunes. Por ejemplo, el cortisol es una hormona multifunción que ayuda al cuerpo a controlar el metabolismo, regular el ciclo de sueño–vigilia y la respuesta al estrés, entre otras cosas.
Esta se libera alrededor de una hora antes de despertar y luego sus niveles bajan hasta la mañana siguiente, a menos que haya una situación de estrés.
Entre semana, al momento de despertar, los niveles de cortisol se disparan y las variaciones suelen ser mayores que los fines de semana.
Para combatir eso, se requiere engañar a la amígdala entrenando al cerebro. Y una de las mejores maneras de lograrlo para reducir el estrés general es a través de actividades de relajación, especialmente los primeros días de la semana.
Con estos simples consejos, puede entrenar su cerebro para hacerle creer que los días de entre semana pueden ser (casi) tan buenos como los del fin de semana.
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