Luna robó la prótesis dental de su dueña y la sostuvo en su hocico. Foto: Anna Carolina Lima
La travesura de una perrita mestiza de 11 meses se volvió viral. Luna fue fotografiada por su dueña mientras esta tenía la dentadura postiza de la abuela en su boca. La imagen fue tomada en julio de este 2019.
El medio brasileño Globo registra que la dueña de la perra, Anna Carolina Lima, sabe que Luna es muy inquieta y juguetona. Por ello, cuando se enteró que su abuela extravió su prótesis dental sabía que el can estaría involucrado en el hecho.
Lima que se encuentra cursando sus estudios de pedagogía lejos de la casa de sus padres en Brasil decidió ir a visitarlos. La joven le contó a Globo que a la vivienda de sus progenitores fue acompañada de Luna, su cachorrada adoptada.
Durante su estancia, un día tuvo que salir y dejar a Luna en casa. Al regresar, su abuela le contó que había tomado una siesta y colocado su dentadura postiza sobre la mesa junto a la cama, como habitualmente lo hace. Pero al despertar ya no la encontró.
De inmediato Lima supo que su mascota estaba involucrada en la repentina desaparición de la dentadura postiza de la abuela. “Conociendo a mi bendición tan bien como la conozco, estaba segura que ella la tenía”, mencionó la mujer.
Entonces la joven subió a la habitación de su madre y allí estaba Luna. Sentada en el sillón y con la dentadura de la abuela en su hocico. La escena le resultó tan graciosa que hizo algunas fotos. Por suerte los dientes falsos no presentaron daños.
Luna con el hilo de dental de su dueña en el hocico. Foto: Anna Cristina Lima
Anna Carolina Lima le contó a Globo que no es la primera vez que Luna hace una travesura. Ella recordó que una vez Luna tenía un particular olor a menta. Luego se dio cuenta que la perra había masticado algunos chicles. “Tenía la caja en mi cartera, no sé cómo los obtuvo”.
En otra ocasión, Luna ingresó al baño mientras Lima tomaba una ducha. El can aprovechó el momento para robarse el hilo dental. Al salir encontró a su mascota con todo el hilo desparramado cerca de su hocico.
Cuando Luna fue adoptada tenía sarna y muchas pulgas. Foto: Anna Cristina Lima
Luna llegó a la vida de Lima cuando la joven vio un anuncio en redes sociales de una mujer que pedía ayuda para cuidar a cachorros abandonados que estaban pasando frío y hambre. “Luego de recogerla, fuimos directamente al veterinario. Tenía gusanos, sarna y pulgas. Ni siquiera tenía tres meses. Es una pequeña guerrera”, recordó.
Ahora que Luna tiene 11 meses y sus travesuras no paran, Lima reconoce que aunque su mascota es muy inquieta la ama demasiado. “No hay forma de no amarla, ella es super cariñosa”.