El miércoles 5 de agosto se realizó un taller sobre el uso de extintores en los patios del Museo de la Ciudad. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.
Una catástrofe cultural. Así fue definida a escala global la destrucción de las 20 millones de piezas que formaban parte del acervo del Museo Nacional de Río de Janeiro, que el domingo 2 de agosto del 2018 fueron consumidas por las llamas.
¿Qué tan probable es que un siniestro de estas magnitudes ocurra en un museo del país? Ivette Celi, directora encargada del Museo Nacional del Ecuador (MuNa), sostiene que es poco probable que un incendio de esas magnitudes suceda en alguno uno de los 16 museos que maneja el Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Celi explica que actualmente 15 de los 16 museos han pasado la revisión del Cuerpo de Bomberos. La única excepción es el Museo de Bahía de Caráquez, que resultó gravemente afectado por el terremoto de abril del 2016. “Hasta el momento los bomberos -dice- no han dado el permiso de habitabilidad. Una de las razones es que nunca se instaló un sistema contra incendios”.
A criterio de Andrés Palma, director encargado de la Fundación Museos de la Ciudad en Quito, las probabilidades de que un flagelo así ocurra también es poco probable en alguno de los cinco espacios que maneja la institución porque, según explica, cada uno tiene “vigente y en marcha planes de contingencia para casos de emergencia en relación con incendios, temblores y terremotos”.
Palma agrega que, como sucede en los museos que maneja el Ministerio de Cultura, estos espacios cuentan con sistemas de detección de incendios, pulsadores, alarmas y extintores.
En estos repositorios, además, tienen brigadas que cuentan con tareas específicas: de evacuación, de comunicación y de primeros auxilios. “No hay forma -dice- de prever 100% una catástrofe de este tipo, pero sí de gestionar la cultura y el patrimonio para que se convierta en una experiencia segura para el público”.
Al equipamiento que deben tener los museos para prevenir un incendio como el ocurrido en Brasil, se suma la capacitación del personal que labora de forma permanente. Celi cuenta que el primer simulacro en el MuNa se realizará en las próximas semanas, y que en los 15 museos restantes ya se ha realizado al menos uno en lo que va del año.
En el caso de la Fundación Museos de la Ciudad, Palma explica que para este año se planificaron tres simulacros. “Justo en estas fechas estamos realizando el proceso de recarga de extintores y gabinetes de seguridad”.
Las autoridades citadas sostienen que el complemento de este trabajo de prevención para preservar los bienes culturales y patrimoniales es la adquisición de un seguro. Los museos a cargo del Ministerio de Cultura cuentan con uno en contra todo tipo de riesgo.
“El seguro que tienen nuestros repositorios de la memoria tiene una cobertura de USD 230 millones y no son solo contra incendios. Los bienes de la Colección Nacional no se mueven si no están activadas las coberturas de transporte y traslado de bienes”, dice Celi.
A este monto se suman los fondos que la red de museos recibe del BID a través del Plan de Protección de Patrimonio Cultural que maneja el Ministerio y que se destina a la rehabilitación estructural de estos espacios como ya sucedió con el Museo Camilo Egas y el Museo de Loja, que reabrió sus puertas ayer.
En el caso de la Fundación Museos de la Ciudad, Palma explica que cuenta con un presupuesto anual para prevención de incendios. “La inversión en el caso de incendios supera los USD 500 000”, a estos se suman seguros contra robos y de responsabilidad civil.