Vista general del Museo Nacional de Río de Janeiro donde la tarde del domingo 2 de septiembre del 2018, se originó un incendio que consumió el 90% de los objetos del edificio. Foto: EFE.
El incendio que el domingo 2 de agosto del 2018 destruyó todo el acervo del Museo Nacional de Río de Janeiro, en Brasil, no es un caso aislado en relación con la pérdida de este tipo de repositorios de la memoria.
El pasado 9 de junio, el Museo de Historia de Aberdeen, ubicado en Washington, Estados Unidos, fue destruido por el fuego. En el flagelo se perdieron todos los objetos que eran parte de una exhibición del músico estadounidense Kurt Cobain. La muestra incluía una estatua del cantante y varios elementos relevantes para la historia de la banda.
El fuego también ha afectado a parte de la colección del Museo de Louvre de París. En julio del 2017, el Museo Marítimo de la isla normanda de Tatihou fue destruido por un incendio donde se perdieron tres cuadros que le pertenecían al museo de Francia, entre ellos ‘La vente du poisson’ pintado en el siglo XIX por Alexandre Casati, y una pintura marina de la escuela holandesa del s. XVII.
En el siniestro se perdieron en total 200 cuadros, que según señalaron las autoridades del museo, representan una pérdida de USD 2,3 millones.
En noviembre del 2017, un incendio destruyó el Complejo Arqueológico Ventarrón, en Pomalca, Perú. El incendio dañó un mural policrómico de dos mil años de antigüedad. La afectación fue del 85% de la obra. Las llamas también acabaron con vasijas de cerámica de culturas precolombinas.
Ese mismo mes, en Tegucigalpa, Honduras, se incendió el Museo del Hombre Hondureño. El Museo tenía una colección sobre la historia del país. Contaba con un taller de restauración de arte donde se realizaron obras de la época colonial. Durante el flagelo, los bomberos lograron rescatar algunos de los bienes.
A estos incendios se suma el que sucedió en São Paulo, Brasil, en el 2015, cuando el fuego destruyó el Museo de la Lengua Portuguesa. Este repositorio de la memoria albergaba muestras temporales y tenía un acervo digital sobre la historia de la lengua portuguesa.