La parroquia de Jipijapa fue declarada patrimonio a inicios de este año por la Prefectura de Manabí. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
Julcuy ingresó al mapa patrimonial de Manabí en el 2018. A inicios de este año fue declarado Patrimonio Cultural de la provincia, gracias a los yacimientos donde se encontraron vestigios de las civilizaciones Valdivia, Machalilla y Manteña.
Un letrero verde, con letras reflectivas, anuncia el ingreso a la parroquia, en el kilómetro 1,5 de la vía Jipijapa-Guayaquil. Una vez en esta vía de segundo orden es inevitable reducir la velocidad del vehículo.
Un angosto camino con pronunciadas curvas, que es la única vía asfaltada de la parroquia, da la bienvenida a los visitantes. Tras 10 minutos de trayecto se ven las primeras casas, rodeadas de un árido terreno ocupado por chivos.
Entre la cabecera y sus 14 recintos, Julcuy acoge a una población de 3 000 habitantes, contó Wílmer Chilán, asistente de la Tenencia Política. Quienes allí residen viven principalmente de la cría de chivos y de la agricultura con productos de ciclo corto.
Hacia el sur de la parroquia, en el barrio 29 Junio, se encuentra el yacimiento más importante de la localidad. Allí están osamentas humanas, precariamente tapadas con una plancha de zinc para evitar que el clima cause estragos, y restos de vasijas de cerámica.
Óscar Chóez, presidente del Comité Comunitario de Turismo, contó que este yacimiento fue encontrado por accidente por su hijo Jhonatan en el 2015. El menor tenía 12 años entonces y jugaba en la zona hasta que encontró los huesos.
En este sector se había planificado la construcción de un museo, en coordinación con la Prefectura de Manabí y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Sin embargo, el proyecto aún no se ha iniciado.
Por ahora, almacenan los fragmentos de vasijas y demás reliquias en una improvisada choza construida por los moradores. El comité intenta mantener a salvo su patrimonio, con fundas plásticas cubiertas de polvo.
“Lo que encontramos se envía a Quito, donde lo examinan los especialistas de la Universidad San Francisco y luego regresan acá. Por eso queremos ya el museo y poder mostrar nuestra herencia cultural”, contó Chóez.
El arqueólogo Florencio Delgado es quien encabeza los estudios, exploraciones y excavaciones. Algunas de las muestras tienen cerca de 5 000 años de antigüedad, dijo.
Patricio Tamariz, representante de turismo de la Prefectura, cuenta que la entidad tiene un nuevo plan de desarrollo sostenido para la comunidad. “La idea es proyectar a la parroquia al turismo internacional, estamos trabajando en un proyecto integral”, dijo.
La intención de la Prefectura es que Julcuy forme parte de la Ruta del Café, que es uno de los proyectos que involucran a la zona. Así mismo, se plantea realizar una iniciativa de ciclopaseos que conecten a la parroquia jipijapense con el Parque Nacional Machalilla.
Chóez, que se autodenominó montuvio, espera que se concreten las propuestas de las autoridades, para el desarrollo de la localidad, que al momento forma parte de la ruta arqueológica que promocionan las autoridades provinciales.
La escuela Belisario Quevedo es la única de la zona. A pocos metros se ubica el centro médico y la casa comunal, donde las autoridades realizan sus reuniones de trabajo.