El fotoperiodista Diego Pallero retrató en el libro ‘Lo que se queda’ historias de jóvenes con cáncer. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO.
En uno de los salones del Centro de Arte Contemporáneo (CAC), la noche de 22 de abril del 2015, se anunció a los ganadores del III Premio Fotoperiodismo Por la Paz ‘Juan Antonio Serrano’. En la categoría Profesional el galardón fue para el fotógrafo guayaquileño Santiago Arcos y en la categoría Estudiantes para la fotógrafa quiteña Carmen Santillán.
En la ceremonia también se presentó el libro ‘Lo que se queda’ -una mirada humana sobre de jóvenes con cáncer– de Diego Pallero, fotoperiodista de EL COMERCIO, ganador de la primera edición de este concurso. Son 35 fotos que muestran la vida de los jóvenes.
Santiago Arcos. Nació en Guayaquil, tiene 24 años. Estudió fotografía en la Universidad Casa Grande. Ha colaborado en medios nacionales como el Telégrafo y EL COMERCIO. Actualmente trabaja como ‘freelance’.
Sobre su trabajo con el que ganó menciona: “El proyecto con el que participé es sobre los desalojos forzosos del 27 de marzo en la Isla Trinitaria (Guayaquil). Ese día entraron 400 policías a desalojar a la gente sin cumplir el debido proceso porque ya había una instancia legal que decía que no podían hacerlo. Durante este trabajo descubrí que se había vulnerado los derechos humanos de muchas personas”.
Arcos cree que “el rol del fotoperiodista está cambiando. Hace pocos días estuve en una charla en la Universidad Andina compartiendo mis experiencias. Para mí, el rol del fotoperiodista o fotógrafo documental está en explorar a fondo los temas que se generan en los medios”.
Carmen Santillán. Nació en Quito, tiene 25 años. Está concluyendo su trabajo de tesis en el Instituto Metropolitano de Diseño.
Acerca de propuesta ganadora, explica que es un trabajo de proyecto de tesis. “Soy lesbiana y me siento identificada con la discriminación que existe en el país hacia la comunidad Glbti. Mi trabajo son ocho retratos de adolescentes que han sufrido algún tipo de discriminación. Fui con cada una de las personas al lugar donde habían sido discriminados para que ellos se demostraran que lo habían superado”.
Para Santillán el fotoperiodismo “ es todo; a través de este trabajo encontré mi identidad. Se puede dar un mensaje por medio de las historias de las personas. Para mí este trabajo fue un reto que me permitió crecer y mostrar una realidad”.