Cuatro flores consideradas sagradas se usan en el Pawkar Raymi

Las mujeres son las encargadas de recolectar las flores sagradas.

Las mujeres son las encargadas de recolectar las flores sagradas.

Las mujeres son las encargadas de recolectar las flores sagradas. Fotos: EL COMERCIO y  Cortesía Pawkar Peguche

El ritual andino, que está considerado como ceremonia sagrada, es el elemento infaltable al inicio y al final de todo programa del pueblo kichwa.

Al inicio del año, cuando las plantas florecen, se utilizan flores, entre otros productos como inciensos y frutas. Sin embargo, no es cualquier flor, explica Imbaya Cachiguango.

El investigador de las tradiciones indígenas, asegura que en el pueblo kichwa Otavalo se consideran sagrados los pétalos de cuatro variedades de flores. Se trata de dos cultivadas en las chacras: el maíz y el chocho. Mientras que el ñakchay y waminsi son especies silvestres, que crecen libremente en los campos de la región.

Curiosamente, a las dos primeras, los yachay (sabios, en español) las consideran de género femenino. Incluso, el chocho tiene forma de los órganos reproductores de la mujer.

Mientras tanto, el ñakchay, que tiene pétalos amarillos, representa al sol, y el waminsi, una orquídea que tiene la flor de color lila, están considerados masculinos.
La explicación mística sobre esto es que su color es uno de los principales del arcoíris.

Según Sayri Quimbo, estudioso de la cultura indígena, en la naturaleza, al igual que en la sociedad humana, hay complementariedad entre lo masculino y lo femenino.

Explica que durante este mes en que se celebra el Pawkar Raymi (Fiesta del Florecimiento) se utilizan las cuatro flores sagradas para celebrar rituales como el denominado tumarina. Se trata de una especie de bautismo en el que las personas mayores colocan con la palma de su mano los pétalos sumergidos en agua, sobre la cabeza de sus seres amados. El acto va acompañado de palabras de aliento y bendición.

El ritual cobró vida, el mes anterior, en las parcialidades otavaleñas de Agato y Peguche, que tienen un fuerte componente de población nativa. En la primera localidad se hizo en la plaza kuri kancha, situada en el sector de Chimbaloma, una antigua tola Karanki.

Los pétalos, además, poseen propiedades medicinales, según Quimbo. El líquido es recogido, durante la noche anterior, en las vertientes ceremoniales.

Imbaya Cachiguango lamenta que muchas personas han dejado de lado la tradición de usar estas cuatro variedades de flores, por facilismo. Ahora emplean las rosas, que se encuentran en el mercado, pero que no tienen nada que ver con la cultura kichwa Otavalo.

Recuerda que en la recolección de las coloridas especies vegetales había un acto de comunión en el que participaban padres e hijos.

El Pawkar Raymi, que coincide con el equinoccio del 21 de marzo, es una de las cuatro fechas sagradas de los pueblos kichwas de los Andes.

Las otras son el Inti Raymi (Fiesta del Sol), el Kolla Raymi (Fiesta de la Fertilidad) y el Kapac Raymi (Fiesta de la Niñez y Juventud). Estas celebraciones también coinciden con la posición del sol respecto a nuestro planeta.

Estas están relacionadas con el conocimiento astronómico de nuestros ancestros que identificaron, hace miles de años, los solsticios y equinoccios, afirma Luis Montaluisa, especialista en educación intercultural bilingüe.

El vínculo además tiene estrecha relación con el ciclo agrícola, que garantiza el acceso a los alimentos. Los festejos coinciden con la preparación del suelo, la siembra de semillas, el cuidado de la planta, la aparición de las flores, la cosecha y el descanso de la tierra.

Con el Pawkar Raymi finaliza el ciclo femenino y empieza el masculino, que dura hasta septiembre, indica Quimbo.
Como parte de la tradición, mañana se realizará el Mushuk Nina (Fuego Nuevo), considerado el inicio del año andino. Por este motivo, el Municipio de Otavalo realizará, a las 19:00, un programa en el pretil municipal.

El acto incluye un ritual sagrado y la presentación del grupo de danza andina de Jorge Jengi y el grupo musical Kichwa Marka.
“El Mushuk Nina es el tiempo de cosechar y compartir granos tiernos y frutas”, indicó Edwin Tituaña, coordinador de los pueblos kichwas del Cabildo de Otavalo.

La ceremonia recorrerá las comunidades Huaycopungo, Azama y Peguche, así como varios barrios de la ciudad de Otavalo. Ahí habrá conversatorios y encuentros de saberes ancestrales.

El Colectivo Peguche, por ejemplo, prepara para el 25 de marzo un acto en el Centro Cultural de la localidad, a las 18:00. Habrá la actuación de varios artistas.

La revitalización de estas celebraciones, durante estas fechas sagradas, es unas de las vías para la recuperación de valores culturales e identidad de los pueblos indígenas.

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