Considerando los porcentajes de polución producida por barcos y buques que circulan en las costas y puertos marítimos ecuatorianos, un grupo de estudiantes de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) proponen una normativa para regular dichas emisiones.
Juan Sebastián Álvarez-Torres, Rubén Criollo, Luis Dorfflinger y Gustavo Morán, son estudiantes de la Escuela de Ingeniería Automotriz de la UIDE y desarrollaron una investigación que propone límites de emisión de gases contaminantes en función de la tecnología del motor, la potencia, la calidad de combustible utilizado por los buques.
Ellos consideran que las emisiones de gases contaminantes no están contempladas en una normativa acorde a la realidad del país que considere la fragilidad del ecosistema de las Islas Galápagos y Ecuador.
Según dicen, la normativa marítima internacional MARPOL 1978, vigente en Ecuador, no considera ni establece límites de emisiones de gases contaminantes permisibles para embarcaciones que transiten por su territorio.
Este vacío crea la necesidad de plantear un rango de polución y zonas ECA (Emision Control Área) en el país, con el objetivo de proteger la alta biodiversidad existente en sus aguas.
Dirigidos por el docente Marcos Gutiérrez, Ph.D., estos jóvenes desarrollaron una investigación que considera el análisis de la composición del combustible, el funcionamiento de los buques en condiciones específicas e hicieron una estimación de la cantidad de gases contaminantes generada en un año por cada tipo de buque que transita en las costas ecuatorianas.
Su propuesta plantea límites de emisiones para barcos y buques obtenidos mediante cálculos matemáticos y los relaciona con las normativas internacionales propuestas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques (MARPOL) para proponer límites reales que puedan ser cumplidos.
Los países de la Unión Europea, Canadá, Estados Unidos, entre otros, establecen rigurosas multas y sanciones a las embarcaciones que incumplen con el límite permitido de polución; por lo que, barcos y buques que tienen largos desplazamientos han optado por usar un combustible de menor costo y al acercarse al área de control de emisiones lo reemplazan por combustibles más eficientes que permitan mitigar el impacto sobre los ecosistemas.