Slash, más allá de la técnica y el marketing

El músico estadounidense Slash (d) ríe antes de recibir su estrella en el Paseo de la Fama mientras el actor Charlie Seen (i) habla el martes 10 de julio de 2012, durante una ceremonia en Hollywodd (EEUU). Foto: Archivo

El músico estadounidense Slash (d) ríe antes de recibir su estrella en el Paseo de la Fama mientras el actor Charlie Seen (i) habla el martes 10 de julio de 2012, durante una ceremonia en Hollywodd (EEUU). Foto: Archivo

Slash (izquierda) junto al vocalista de Aerosmith, Steven Tyler. Foto: Archivo

La anunciada llegada a Quito del guitarrista, famoso por su particular estilo de tocar la Gibson Les Paul, por su facha adornada por un icónico sombrero de copa y por hacer colaboraciones con artistas alejados del rock, ha provocado dos tipos de reacciones en los ecuatorianos que se han empapado con la noticia.

Una es la de una genuina emoción por la de ver a un músico clave dentro del universo del rock y el pop de los últimos 25 años. La otra se lanza desde la orilla de la crítica, la cual ve en la carrera del ex guitarrista de Guns N' Roses un músico sobrevalorado o vendido.

Tanto el primer como el segundo grupo están compuestos por personas que al descubrir el universo del hard rock dominado por guitarristas se encontraron más temprano que tarde con Slash, usualmente cuando era parte de los creadores del álbum 'Appetite For Destruction'.

El músico estadounidense Slash (d) ríe antes de recibir su estrella en el Paseo de la Fama mientras el actor Charlie Seen (i) habla el martes 10 de julio de 2012, durante una ceremonia en Hollywodd (EEUU). Foto: Archivo

Ambos grupos celebraron consciente o inconscientemente el trabajo en la guitarra líder del de sombrero en temas solos como el de November Rain o el de Night Train. La cisma ocurre tras la disolución del grupo a mediados de los 90 cuando Slash decide retomar su carrera por su cuenta.

Esa prerrogativa en sí no fue el problema; fue el modo en que lo hizo. Si muchos de los nuevos guitarristas de esa época tomaron una seis cuerdas en sus manos, fue inspirados en gran medida en Slash. Era el guitarrista 'cool'; el que sin ser físicamente atractivo podía resolver cualquier asunto conectado a un amplificador.

Entonces, cuando algunos de ellos lo vieron hacer colaboraciones con Marta Sánchez, Paulina Rubio o Macy Grey levantaron la ceja. Pudieron pasar por alto sus solos con Lenny Kravitz o Michael Jackson pero ver en el mismo video al símbolo de la guitarra hard rock con la 'chica dorada' resultó complicado para más de uno.

Desde entonces el apelativo de 'vendido' es algo que ha acompañado a los que pretenden hacer de menos al guitarrista. A ese grupo se unieron los músicos, usualmente guitarristas, que después de haber estudiado el instrumento se dieron cuenta que las bondades técnicas del nacido en Los Ángeles, EE.UU., no eran las propias de un virtuoso.

Hay miles de foros de internet en donde se discute este tema con apasionamiento. El argumento más habitual es que Slash no utiliza barridos, taping u otras habilidades propias de los llamados héroes de la guitarra.

Los del primer grupo, alegarán que si bien es cierto que su ídolo no es el instrumentista más rápido o recursivo -ni pretende serlo-, tiene un fraseo (una forma de hablar la guitarra) que es fácilmente identificable y que es el compositor detrás de himnos del rock ya sea en Guns N' Roses, Slash Snake Pit, Velvet Revolver o su propio proyecto en solitario.

También dirán que Slash se ha asociado con una cantidad impresionante de músicos que van desde el jazz hasta el hip hop y que eso demuestra su versatilidad antes que su habilidad como promotor de su marca. Para este grupo Slash se ha mantenido fiel a sus raíces de blues y rock pese a cualquiera de sus apariciones fuera de ese mundo.

Lo cierto es que el estilo de este artista ha sobrepasado a los géneros y se ha impregnado en la cultura pop en donde ha aparecido con referencias indirectas hasta como invitado como en el show de Disney 'Phineas y Ferb'. Decir que sus colaboraciones o su imagen lo han llevado a ese sitial sería una afirmación incompleta.

Su música, sin lugar a dudas, completa el panorama a través del cual se lo entiende, idolatra o critica.

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