Foto referencial. La educación online tiene dos metodologías. La centradas en el estudiante como parte de una clase. Y la otra donde el estudiante trabaja telemáticamente por cuenta propia con un sistema apoyado en el contenido y el profesor refuerza con tutorías. Foto: Freepik
En el contexto actual, la educación online se puede confundir con y la educación a distancia de emergencia ya que ambas se encuentran en espacios remotos y utilizan el Internet.
Sin embargo, hay puntuales diferencias que caracterizan cada una de ellas. En la educación Online, el estudiante -además de tener una plataforma y contenidos- tiene un sistema de aprendizaje constante con momentos de interacción con el profesor.
“Abarca una planificación constante de lo que se debe hacer a lo largo del tiempo para desarrollar bien el aprendizaje y tener un sistema de acompañamiento”, señala Rubén González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Internacional de la Rioja de España (UNIR).
Mientras que la educación a distancia de emergencia, se da cuando la institución educativa ha puesto a disposición de los alumnos un sistema en el cual se intenta trasladar la enseñanza presencial a un espacio virtual pero no hay un planteamiento previo de todo lo necesario para ello.
Entre los principales problemas que enfrentan los centros educativos presenciales en su transición al Online está la capacidad tecnológica ya que se requiere de una buena conexión y velocidad de Internet para evitar interrupciones, problemas en un examen, o dificultades de los alumnos para acceder a clases.
Según González, el modelo pedagógico virtual implica que el profesor adquiera competencias para enseñar en línea. También, se requiere que los contenidos de material curricular, los complementarios y multimedia, permitan afianzar el desarrollo paulatino del conocimiento.
Además, una universidad debe contar con un campus virtual que incluya una plataforma de videoconferencia y sistemas de atención a los estudiantes mediante correo electrónico o redes sociales.
En cuanto a la docencia Online, el profesor debe capacitarse sobre cómo dictar clases virtuales. A través de la cámara web, el docente debe saber atraer la atención de los alumnos para que sientan el dinamismo de este espacio virtual.
Lourdes Illescas, máster en TIC Aplicadas a la Educación, explica que lo ideal es que el profesor haya participado en un curso como estudiante en una modalidad virtual. “Estos docentes deben desarrollar competencias básicas como gestión de tecnologías, pedagogías digitales, destrezas en manejo de grupos, capacidad de comunicación, entre otros”.
Sobre las metodologías más acertadas de la educación en línea, González distingue dos. Las centradas en el estudiante como parte de una clase. Aquí, el contenido es adquirido por el alumno, mientras está conectado en el curso en línea.
En la otra metodología, se refuerza con material e información clave como textos y videos. Es decir, el estudiante trabaja telemáticamente por cuenta propia con un sistema apoyado en el contenido y el profesor refuerza con tutorías.