Internet está lleno de historias peculiares que difunden las personas sobre lo que les ocurre en su día a día.
Los foros tienen su magia en esta capacidad de recopilar relatos de los ciudadanos que cuentan lo que viven en sus casa, trabajos o lugares de estudio.
Una de esas anécdotas difícil de creer es la que relató un usuario que prefirió pasar de anónimo en un portal para cuidar la identidad de los involucrados.
Una particular empresa
El hombre contó la particular historia que se desarrolló en una pequeña empresa de impresoras donde trabajaba.
Sin especificar su nombre, el empleado detalló que cumplía la función de técnico informático en la organización.
Debido a su “fácil trabajo”, en ocasiones se quedaba más tiempo de la cuenta para observar que hacían el resto de sus compañeros y sus jefes.
Xavier, nombre ficticio para esta nota, afirma que el dueño del negocio se la pasaba el día viendo contenido para adultos por lo que de vez en cuando tenía que limpiar su ordenador por tanto virus.
La mujer del dueño, quien también trabajaba en la empresa, supuestamente compraba en línea cosas durante su jornada.
Una de las empleadas y mujer del contador, según dice Xavier, chateaba calurosamente con alguien que tenía el mismo nombre que su pareja.
Finalmente, el hombre relata que los encargados de ventas fingían realizar llamadas para no trabajar.
Corte de Internet
Un día, comenta Xavier, una de las jefas vio a uno de los trabajadores navegando en Internet en supuestos temas ajenos a su trabajo y se molestó.
La mujer del dueño fue donde el informático a pedirle que cortara el Internet para descubrir a los empleados que no estén trabajando y que se la pasan “vagando”.
El técnico cuenta que revisó el historial de las búsquedas del empleado señalado y descubrió que en verdad estaba laborando al buscar las especificaciones de una máquina que estaba vendiendo. Sin embargo, la mujer pidió que el plan continuara.
Tras cortar la señal del servicio en el lugar, tres personas fueron las primeras en ir a reclamarle. El CEO, su esposa y la mujer del contador.
Según señala, la jefa que dio la disposición pretendía que el corte sea solo para los empleados y no para los jefes.
“Al final, ninguno de los otros empleados se dio cuenta del corte, incluido el contable, porque realmente no estaban vagueando”, dice Xavier.
En realidad, fueron los colaboradores con más altos cargos quienes se sintieron afectados al no estar haciendo su trabajo y sí navegando o chateando con temas y personas ajenos a lo laboral.
El secretó se descubrió
Para finalizar con esta historia, el empleado que reveló todos los secretos de la organización afirmó que tras unos días, la mujer del contable se equivocó de destinatario y envío un correo que iba dirigido para su otra pareja sentimental y lo recibió su pareja.
Este hecho provocó que se arme una fuerte discusión entre la pareja y en la que también se involucró el CEO. La pequeña empresa terminó disolviéndose luego de un tiempo.
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