La productora, María Aucancela (der.), intercambia experiencia con niños sordos. Foto: Cortesía Ministerio de Cultura
En sus 12 años de vida, a Jerson Minda nunca le contaron una leyenda. Una deficiencia auditiva evitó que las historias populares que relataban los adultos mayores hicieran volar su imaginación. Sin embargo, este niño del valle del Chota conoció tres cuentos de la capital de Imbabura, gracias al proyecto inclusivo ‘Mis leyendas en señas’.
Es una propuesta audiovisual de María José Aucancela. Mediante el lenguaje de señas, la productora quiteña logró que las personas sordas conocieran la magia de las leyendas y las tradiciones.
El singular proyecto, que se inició hace dos años, fue el ganador por dos ocasiones de los fondos concursables que otorga el Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Aucancela comenta que primero se grabaron cuatro leyendas quiteñas y, el año anterior, tres de Ibarra. Los relatos se transmiten mediante dibujos animados y subtítulos. De esta manera, los mensajes son más incluyentes: llegan no solo a las personas con deficiencia auditiva sino a todos.
Uno de los primeros en disfrutar de esta producción fue Jerson. Lo hizo junto con sus 45 compañeros de la Unidad Educativa de Sordos (UES) y de la escuela 28 de Septiembre, en Ibarra.
Los pequeños fueron invitados al estreno que se realizó en el Centro Cultural Ibarra, cuenta Mauro Sanipatín, rector del UES. También recuerda que los niños de su plantel, al final de la proyección, alzaban las manos y sacudían los dedos, como es la manera de aplaudir en señas.
Pero las tres leyendas, de tres minutos cada una, fueron el resultado de un trabajo de alrededor de seis meses.
Primero se realizó una investigación en las parroquias. Ahí se escogieron los cuentos: La Luterana, La destrucción del puente de La Esperanza y Tres piedras del río Tahuando. Se trata de historias que la mayoría de personas desconoce y que corrían el riesgo de desaparecer totalmente.
La encargada de desempolvar la primera leyenda fue Teresa Calderón, una campesina del valle del Chota, de 65 años. Pronunciando claramente las palabras, describía cómo una bella dama contactaba a los caballeros que gustaban de salir por la noche. Luego intentaba seducirles. Pero, al final, los hombres enamorados descubrían que el rostro hermoso de la mujer se transformaba en calavera.
Con la ayuda de Humberto Urcuango, Octavio Andrade, Carmen Córdova, Jeniffer Quilca y Jerson Minda, estudiantes del UES, se tradujeron los cuentos al lenguaje de señas. En la tarea también colaboró la profesora Rocío Cadena, que hizo de intérprete entre las personas con deficiencia auditiva y los cineastas.
El siguiente paso fue escoger los personajes y elaborar diálogos, que fueron interpretados por los niños. Luego se realizó la filmación y, finalmente, se transformó el mensaje en animación, del lenguaje de señas que cuenta la historia popular.
Esta última tarea estuvo a cargo de la diseñadora Anita Calderón. El equipo lo completa Erick Sandoval, quien se encargó de la dirección general de la producción.
El proyecto ‘Mis leyendas en señas’ surgió ante la falta de productos audiovisuales para personas con deficiencia auditiva en la televisión ecuatoriana, explica Aucancela. Eso le llevó a meditar sobre la elaboración de un material audiovisual incluyente.
Para Juan Carlos Lema, director del Ministerio de Cultura, en Imbabura, José María Aucancela y su equipo han dado una ejemplo de inclusión a escala nacional. Asegura que de 130 propuestas culturales que participaron en los fondos concursables del Ministerio de Cultura, en todo el país, esta fue una de las pocas que tuvo como objetivo un sector vulnerable de la población.
“Partiendo de que la Cultura es para todos, sin distinción, hay gestores culturales que ahora apuntan sus propuestas en favor de personas con discapacidades”, dijo. En esa ruta -y por lo pronto- la magia de las leyendas y de las tradiciones llegó a las personas con deficiencia auditiva.
Intercultural
Los videos ‘Mis leyendas en señas’, de María José Aucancela, permiten que personas con deficiencia auditiva disfruten de las historias.
Tiempo
Las leyendas, grabadas en video tienen una duración de alrededor de tres minutos cada una.
Subtitulos
El trabajo incluye la narración con lenguaje de señas
y escrito, para llegar a más público.
Costo
La producción demandó USD 8 000, financiados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Iniciativa
Esta propuesta es considerada uno de los pocos proyectos inclusivos del Ecuador.