Yesenia Collahuazo, arquitecta de la constructora Cofiza, es enfática. En Santo Domingo de los Tsáchilas, las personas prefieren habitar en inmuebles independientes. “Incluso, algunos clientes se resisten a comprar departamentos adosados (juntos)”.
La privacidad es un bien que se valora por sobre los precios. La gente no quiere, como ocurría hace unos dos años, vivir en un condominio. “Prefiere habitar en un tipo de vivienda que tenga un espacio para su patio o un espacio verde”, indicó Collahuazo.
Rosana Vela, vivió 18 meses en un departamento arrendado. Dice que el principal problema que enfrentó fue la falta de parqueaderos; la gran ventaja: la seguridad de un sitio cerrado.
En el 2009, la consultora Smart Research hizo un estudio sobre las preferencias del santodomingueño a la hora de escoger un lugar donde vivir. El 91% dijo que prefería casas independientes; el 6% un departamento. De estos, un 33% prefería vivir en un conjunto cerrado. El 50% buscaba casa nueva y el 34%, usada.
Alexander Peñaloza, gerente general del conjunto Palma Real, al oeste de la ciudad, asegura que hay al menos dos factores que influyen en el cliente antes de decidirse por vivir en una urbanización o condominio.
“El primer factor es que en los alrededores de Santo Domingo aún hay una gran cantidad de espacios verdes que pueden ser habitados. La gente quiere ir a lugares que quedan a 15 minutos de la ciudad y que les ofrecen más tranquilidad”.
El segundo factor es la cantidad de población joven en Santo Domingo que demanda casas para sus hijos. “Las parejas, ahora, tienen de dos a tres hijos y es más complicado encontrar departamentos en los condominios con el espacio adecuado”.
Para este arquitecto, el ‘boom’ de las construcciones en Santo Domingo nació hace dos años. Desde entonces las facilidades para acceder a un crédito mejoraron, dice. “El aparecimiento del Biess, por ejemplo, permitió a las personas cumplir con su sueño de tener una casa propia”.
En Santo Domingo, por lo general, las viviendas de urbanización tienen un modelo estándar, según José Tapia, quien estuvo a cargo de la construcción de Villas Bambú, en el norte.