El cine de terror ha tenido una relación complicada con los Premios Oscar. Este año, la película de horror corporal ‘La Sustancia’, dirigida por Coralie Fargeat y protagonizada por Demi Moore, ha logrado una hazaña al ser nominada a Mejor Película.
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Este logro pone en evidencia la evolución de la Academia hacia una mayor inclusión de géneros tradicionalmente marginados.
‘La Sustancia’ se perfila como una de las películas favoritas para llevarse varios galardones en la gala de los Oscar. Si bien, en la categoría de Mejor Película, tiene fuertes competidores como ‘Anora’ y ‘Cónclave’, el filme luce sólido en categorías como Mejor Guion y, sobre todo, Mejor Actriz.
Tráiler ‘La Sustancia’:
La sólida actuación de Demi Moore ya le ha permitido alzarse con un Critics Choice, un SAG y un Globo de Oro. En cuanto a su directora, Coralie Fargeat, ha cosechado un Critics Choice a Mejor Guion y, en la misma categoría, el premio otorgado por el Festival de Cannes.
El terror en los Oscar: Una historia de exclusión
A lo largo de los años, solo una película de terror ha ganado el Oscar a Mejor Película: ‘El silencio de los inocentes’ en 1992, de acuerdo con la web Filmaffinity.
Este también thriller psicológico, dirigido por Jonathan Demme, rompió barreras al llevarse cinco estatuillas, incluyendo Mejor Director y Mejor Actor.
Sin embargo, otras películas de terror han sido nominadas sin alcanzar el máximo galardón. Ejemplos notables incluyen ‘El exorcista’ (1973), que ganó Mejor Sonido y Mejor Guion Adaptado; ‘Tiburón’ (1975), que ganó Mejor Banda Sonora Original; y ¡Huye! (2017), que obtuvo el premio a Mejor Guion Original.
Tráiler de ‘El silencio de los inocentes’:
La comedia también ha enfrentado desafíos similares en los Premios Oscar. Aunque algunas comedias han sido nominadas, pocas han ganado el premio a Mejor Película. ‘Annie Hall’ (1977), dirigida por Woody Allen, es una de las pocas excepciones, llevándose cuatro estatuillas, incluyendo Mejor Película, de acuerdo con Filmaffinity.
Tráiler de ‘Annie Hall’:
Otras comedias notables que han sido nominadas incluyen ‘Cuando Harry conoció a Sally’ (1989) y ‘Forrest Gump’ (1994).
La perspectiva de los críticos
De acuerdo con un artículo de La Máquina Medio, el cine de terror, antaño un género que generaba auténtico miedo y suspenso, parece haber caído en una crisis creativa. El impacto ha sido reemplazado por fórmulas repetitivas y sobreexplotación de franquicias.
La tendencia dominante prioriza el marketing y la rentabilidad sobre la calidad narrativa. Películas como ‘La Monja’ o ‘Annabelle’ que reciclan sustos predecibles y personajes sobreexpuestos.
El exceso de remakes y el abuso de lo paranormal han convertido al terror en un producto industrial más que en una experiencia cinematográfica innovadora, lo que ha dejado la sensación de que el género necesita una renovación urgente.
Para el especialista en terror, José María Magro, el cine de terror es un fenómeno fascinante que ha evolucionado con la sociedad, adaptándose a nuestros miedos más profundos y transformándolos en experiencias cinematográficas inolvidables.
Aunque muchos lo ven como un género menor o destinado solo a los fanáticos de lo macabro, la realidad es que todos, en algún momento, hemos sentido ese escalofrío. Esto nos obliga a encender todas las luces después de ver una película de miedo. Obras como ‘El Exorcismo de Emily Rose’ o los clásicos del ‘slasher’ no solo buscan asustar, sino que juegan con nuestra psicología, al activar mecanismos de supervivencia que generan adrenalina y placer.
El terror en el cine nos permite enfrentar el miedo en un entorno seguro, pero no todos disfrutan de esa sensación. Mientras algunos lo ven como una prueba de valentía, otros prefieren evitarlo por completo. Sin embargo, el impacto del género es innegable: es un reflejo de nuestros temores colectivos y una prueba de que, en el fondo, nos gusta jugar con el miedo, aunque sea desde la butaca de un cine.
Un cambio en la Academia
En los últimos años, la Academia ha mostrado una mayor apertura hacia géneros diversos. Películas como ‘Parásitos’ (2019), que combina elementos de comedia y thriller, han ganado el Oscar a Mejor Película, lo que ha marcado un cambio significativo en las tendencias de votación.
Este cambio sugiere una evolución en la percepción de lo que constituye una película “oscarizable”.
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