Pamela Ramón debuta en la producción audiovisual como directora de ‘Zoolanda, la ciudad sur’. El documental es una radiografía de un barrio histórico que convive entre la diversidad, conflictos y contrastes de sus habitantes.
La antropóloga y cineasta le puso el nombre de ‘Zoolanda’ al documental por razones sociales y culturales que pudo analizar a lo largo de su trabajo.
El afiche del filme es una toma aérea del sector que muestra una masa de construcciones en las que predomina el gris del concreto y apenas dividas por estrechos callejones. Ramón asoció esa imagen con una “selva de cemento” a la que suman los procesos históricos y sociales de este populoso sector
“Cuando me encuentro con un amigo que ha crecido en la calle y al que le dicen ‘El mono’ siempre me repite que va ‘a cumplir la misión’, que no es más que salir a conseguir los recursos para llevar comida a su casa”, explica Ramón sobre el instinto de supervivencia que también prevalece en las calles.
Junto al ‘Mono’ aparecen otros personajes como ‘La vaca’, ‘El rata’ o ‘El marsupial’ que responden a la vieja costumbre de llamar a ciertos vecinos con apodos. Entre ellos hay varios que hacen referencia a distintas especies animales, lo que llevó a la directora a crear un juego de palabras en Solanda y zoológico.
Ramón también es una ‘veci’ de Solanda, en la que ha crecido desde que tenía cuatro años y donde ha formado su propia familia y ahora mantiene su propia trinchera cultural, un pequeño local llamado Ramona desde el que se gestan algunos proyectos artísticos y comunitarios.
Desde hace unos cinco años, en su etapa universitaria, se ha dedicado a explorar su barrio utilizando distintas herramientas académicas.
El documental se deriva de una tesis de maestría en Antropología. El estudio pone en evidencia las distintas formas de producción simbólica y sentido que las personas generan alrededor de los espacios que habitan y sus transformaciones en el tiempo.
El potencial narrativo de ese trabajo, así como el interés académico y personal la motivaron a participar en una convocatoria de Flacso, en la que ganó un fondo concursable para la producción del audiovisual en colaboración con BTR Films y la guía del docente e investigador Alfredo Santillán.
Ramón aborda el documental como un mapa que se va dibujando a través del testimonio de personajes de distintos géneros y generaciones. La directora también traza la geografía de este barrio con más de 130 000 habitantes con una cámara que recorre calles, aceras, canchas y viviendas desde el aire y a nivel del suelo.
En el audiovisual se entretejen historias que hablan de migración y xenofobia, organización comunitaria, género, culturas urbanas, movilidad y territorio y paisaje urbano. Ramón reconoce que en este breve paneo social y territorial no se termina de profundizar en todos los temas tratados.
Sin embargo, espera que esto sea una provocación que atraiga el interés de nuevas investigaciones, así como de proyectos culturales.
El documental se integra a la batería de proyectos que se generan desde la Asamblea Cultural de Solanda, en la que también participan otros académicos y artistas como Fabiano Cueva, Natalia Rivas y Christian Benavides.
Los vecinos de Solanda fueron los primeros en ver y reconocerse en este filme que se estrenó el pasado 5 de noviembre en la Casa Comunal del Mercado de Solanda. En la siguiente etapa el objetivo es seguir difundiendo la cinta en otros sectores de Solanda y en festivales de cine.