Chachis de Guayacana producen cacao para reactivar sus economías
Rosalda Añapa es una de las mujeres que emprende en la siembra de cacao en la comunidad de Guayacana. Foto: cortesía.
Los habitantes de la comunidad chachi de Guayacana apuestan a la siembra de cacao fino de aroma, con la aplicación de métodos ancestrales y tecnificados, para lograr una mejor producción.
En esta comunidad del cantón Quinindé, en el centro de la provincia de Esmeraldas, hay decenas de familias que se dedican a la siembra de cacao, café, yuca, plátano, maíz y arroz para la venta y el consumo.
Esta producción se comercializa en pequeños mercados locales y son la base de su economía. Lo que obtienen de la venta les sirve para adquirir los insumos agrícolas.
Rosalda Añapa es una de las indígenas que siembra yuca, cacao y plátano para su consumo y para la venta, pero asegura que esos ingresos no son suficientes para sostener a su familia. Por ello, ahora se capacita en nuevas prácticas para dar un valor agregado a su producción de cacao.
Añapa es parte de los 800 comuneros que participan en la mejora de las técnicas para aumentar el volumen de producción, por hectárea, lo cual les permite competir con productos elaborados en el mercado internacional, pero con una marca que identifique a su etnia.
En esa comunidad hay un promedio de dos hectáreas por habitante, que en su mayoría son de cacao, plátano y yuca. Además de cosechar esas materias primas también hay emprendimientos que se dedican al procesamiento, venta y hasta su exportación.
Algo similar ocurre con los indígenas chachis que están asentados a lo largo del río Cayapas, pero en el cantón Eloy Alfaro. Allí, donde también abundan los sembríos de estos productos, ya se realizan y exportan barras de chocolate a EE.UU., por ejemplo.
Se cosecha en las fincas de los habitantes de Santa María, Calle Mansa, Zapallo Grande, entre otras comunidades, donde han encontrado, en el cacao, una nueva fortaleza económica. Así lo asegura Carlos Bastidas, responsable de la Mesa de Cacao de la Prefectura de Esmeraldas.
Efrén Trujillo, presidente de la comunidad Guayacana, cuenta que para los habitantes la producción del cacao ya es parte de su identidad cultural, porque es un herencia de sus ancestros. Este poblado está asentado en las orillas del río Canandé.
Actualmente, los moradores de esta zona buscan respaldo técnico y la dotación de plantas de calidad de cacao fino de aroma, para convertirse en una de las comunidades que produzca e implemente su centro de acopio para almacenar toda la producción, con el fin de pagar un mejor precio a los campesinos proveedores.
La Dirección de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas ya entregó a las familias unas 5 000 plantas de cacao fino de aroma.
A través de esa Dirección, la población chachi de Guayacana recibe asistencia técnica e instrucción sobre métodos de poda y siembra adecuada del cacao. El objetivo a largo plazo (dos años) es encontrar un mercado de nicho.
El director de Fomento Productivo, Patricio López, explica que la entidad se encarga de buscar un sitio para este espacio donde se pueda vender el cacao con un valor agregado.
“Queremos que la marca del cacao que producen los chachis identifique a Esmeraldas como una provincia multiétnica y pluricultural, porque chachis y afros comparten un mismo territorio”, dice López.
Este proyecto se complementa con el impulso de la producción de las artesanías chachis, que poco a poco se convierten en el punto de referencia de la nacionalidad, por sus mujeres tejedoras.
El presidente de los centros chachis de la provincia de Esmeraldas, Santiago De la Cruz, explica que últimamente se da más apertura a esa nacionalidad con encuentros donde se habla de sus habilidades, no solo en el campo y en el ámbito productivo.
La propuesta desde la Federación de Centros Chachis de Esmeraldas es proporcionar una mayor promoción y apoyo a través de los 54 centros ubicados en Eloy Alfaro, Quinindé y Muisne.
Una de las aspiraciones es montar una empresa comunitaria que produzca y proporcione valor agregado a toda la producción, que saldrá desde las comunidades chachis del norte de la provincia.