Colegio Vicente Rocafuerte. Foto: El Comercio
Su historia comenzó el 26 de diciembre de 1841. Surgió con el nombre de Colegio del Guayas, luego Colegio San Vicente, hasta que en 1900 Eloy Alfaro lo rebautizó como Colegio Vicente Rocafuerte. La reseña de este tradicional plantel guayaquileño es parte de la Enciclopedia del Ecuador, del historiador Efrén Avilés Pino.
A causa de sus 172 años, la fachada del edificio principal luce deteriorada: la pintura se ha descascarado, los vidrios de los ventanales están rotos, algunos pilares están garabateados.
Y aunque se había anunciado su remodelación desde el inicio de clases en la Costa, la noche de este martes el presidente Rafael Correa confirmó el comienzo de los trabajos con una inversión de USD 14 millones. El monto provendrá del seguro que recibió el Gobierno por el helicóptero presidencial Dhruv, que se accidentó el 20 de febrero pasado.
El Mandatario criticó el mal estado de baterías sanitarias, áreas de recreación como la piscina y que no se haya actuado antes bajo la justificación de bien patrimonial. “Quién le ha dicho que en lo patrimonial no se puede intervenir”, dijo durante un conversatorio con los medios de comunicación en Guayaquil.
Además, anunció una investigación para conocer por qué la obra no se ejecutó antes. La rectora Carmen López resaltó que durante su gestión presentó varios informes al Ministerio de Educación para solicitar trabajos complementarios. “Yo tengo todo el proceso de gestión, todo lo que nosotros hemos enviado y todas las autoridades que nos han visitado”.
Ayer, antes de las 07:00 y casi con el ingreso de los alumnos, funcionarios del Ministerio de Educación y del Régimen llegaron al plantel. En paralelo, obreros de una constructora empezaron a picar las paredes de algunos salones como parte del proyecto.
Actualmente, 6 200 estudiantes acuden al Vicente Rocafuerte en tres jornadas educativas. El centro educativo está asentado en 9,5 hectáreas y en la zona de las canchas se levantan campamentos temporales.
Son 18 aulas provisionales que acogerán a los estudiantes por grupos mientras se realizan las reparaciones por fases, tal como indicó la subsecretaria de Educación de Guayaquil, Valentina Rivadeneira.
Fuera del plantel, dos madres de familia conversaban sobre la declaración del estado de emergencia del colegio. Una de ellas opinó que la renovación es una buena noticia, en especial porque las instalaciones se encuentran en “pésimas condiciones”.
Su acompañante añadió que la emergencia debería declararse no solo en infraestructura sino también en la administración. “Aquí no hay control, muchos alumnos fuman, otros usan drogas y nadie dice nada”.
La estructura patrimonial del Vicente Rocafuerte no solo alberga una de las bibliotecas y uno de los museos de historia natural más importante de la urbe. De sus aulas salieron 13 presidentes de la República, así como destacados escritores, políticos, intelectuales, científicos y deportistas.
Y mientras en Guayaquil comenzaba la emergencia en el Vicente Rocafuerte, en Quito, en el Colegio Mejía, el ministro de Educación; Augusto Espinosa, presentaba el programa de remodelación integral de instituciones educativas ‘Manos a la obra’.
Ahí, el funcionario explicó que en este mes adjudican 30 obras en el país. “Hasta el momento ya hemos adjudicado nueve”. El proyecto inicial involucra la remodelación de 120 instituciones educativas emblemáticas.