El Ballet Quitus celebrará por cinco meses sus Bodas de Plata

La agrupación, fundada el 6 de septiembre de 1995, prepara una serie de eventos festivos. Foto: Cortesía Edwin Caizapanta.

La agrupación, fundada el 6 de septiembre de 1995, prepara una serie de eventos festivos. Foto: Cortesía Edwin Caizapanta.

La agrupación, fundada el 6 de septiembre de 1995, prepara una serie de eventos festivos. Foto: Cortesía Edwin Caizapanta.

Cinco meses de celebraciones culturales prepara el Ballet Folclórico Ecuatoriano Quitus para celebrar sus primeros 25 años de actividad artística. Su agenda de eventos incluye charlas, muestras didácticas y presentaciones dancísticas.

Según Edwin Caizapanta, director y coreógrafo del ballet, esta agrupación que en la actualidad reúne a 25 danzantes iniciará sus celebraciones el 29 de abril próximo, en conmemoración al Día Internacional de la Danza.

“A través de la danza del Ballet Quitus -que en idioma tsafiki significa tierra de la mitad-, buscamos representar a la cultura andina, afrodescendiente y mestiza en el Ecuador”, reseña Caizapanta.

Él recuerda que el grupo se formó el 6 de septiembre de 1995 con 20 personas que, a más de su gusto particular por la danza, eran profesionales en distintos oficios como en la educación, comunicación, leyes, medicina, entre otras.

Caizapanta señala que el ballet surgió como resultado del proyecto Patrimonios dancísticos y musicales de la Mitad del Mundo, en el cual algunos integrantes participaron de las investigaciones sobre las culturas ancestrales asentadas en el actual Ecuador, su cosmovisión, ciclos solares, organización social, entre otras.

“La representación de la danza indígena que realizamos trabaja bajo esos conceptos; mientras que en la danza mestiza, buscamos representar la simbiosis que resultó de la fusión de culturas”, añade.

En la danza indígena, representan la ritualidad, simbolismos y festividad de los pueblos originarios de Otavalo, Natabuela y Cotacachi.

En uno de sus últimos trabajos interpretan a la celebración del Pawkar Huatay, también conocido como el enlace entre el año antiguo y el año nuevo que los indígenas celebran el 21 de marzo en el equinoccio de primavera. Lo representan con la chacana o cruz indígena y el círculo sagrado del nacimiento del fuego nuevo.

Otra coreografía de su autoría es ‘Sara sisa’, que la bailan mujeres con coronas y recientemente la presentaron en Poznan (Polonia). Allí se representa la fertilidad de la tierra a través de la mujer. Cada integrante debe bailar despacio ya que la tierra está embarazada y debe ser cuidada para que traiga sus frutos, en especial el maíz.

‘Yumbos de cumbas de Cotacachi’ es otra de sus coreografías que se baila de forma guerrera y por eso lo integran, en su mayoría, hombres.

En la danza mestiza, ellos trabajan desde los géneros musicales que surgieron en los inicios de la República, ya que antes había una influencia española en el pasodoble, la jota, cuadrillas y el vals europeo.

Esa fusión hizo que surjan los pasacalles, pasodoble criollo, vals criollo, pasillo, sanjuanito mestizo, albazo, la tonada, el capishca, entre otros.

Para Caizapanta, representar a la cultura afrodescendiente fue complejo, debido a que al imitar la cadencia de sus movimientos, se requiere de un cuerpo muy suelto y muy alegre para representar al bambuqueado, los alabados, el currulao o la caderona.

El tercer miércoles de cada mes, elBallet Quitus presenta su danza en un evento abierto en la sala Demetrio Aguilera Malta de la CCE.

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