Cabañas flexibles que se adaptan a la naturaleza; ¿construcciones sustentables, móviles y transformables?

Las Cabin ANNA están ideadas para instalarse en cualquier rincón con el objetivo de conectarse con la naturaleza. Se pueden abrir y cerrar e incluso transportar. Foto: Jorrit ‘t Hoen y Tonu Tunnel

Las Cabin ANNA están ideadas para instalarse en cualquier rincón con el objetivo de conectarse con la naturaleza. Se pueden abrir y cerrar e incluso transportar. Foto: Jorrit ‘t Hoen y Tonu Tunnel

Las Cabin ANNA están ideadas para instalarse en cualquier rincón con el objetivo de conectarse con la naturaleza. Se pueden abrir y cerrar e incluso transportar. Foto: Jorrit ‘t Hoen y Tonu Tunnel

Una cabaña que muta y se adapta a las condiciones climáticas, a las necesidades y estados de ánimo de los habitantes también se mimetiza con la naturaleza. Así es Cabin ANNA, una propuesta del arquitecto Caspar Schols que se abre paso en diferentes partes de Europa y América del Norte bajo un concepto sustentable.

Todo empieza cuando Caspar, un físico de Países Bajos, se propone a diseñar una casa prefabricada para su madre.

Ella quería una cabaña de ese tipo para colocarla en el patio trasero de su casa.

Luego de una búsqueda de opciones, ninguna les convenció, así que Caspar se planteó diseñar una propia. Tras un proceso minucioso logró un diseño único, adaptable y que es capaz de abrirse y cerrarse según se necesite.

Al poco tiempo esta obra ganó interés a escala mundial y fue reconocida ganando varios premios en el campo de la arquitectura.

Tras esta experiencia, Schols estudió arquitectura y empezó su camino. Del otro lado, Amelia Tapia, una arquitecta quiteña de 29 años, acababa su maestría en Building Technology en la Universidad Técnica de Delft, en Holanda. Entre sus búsquedas Tapia encontró el proyecto de Cabin ANNA, y cuenta que se sintió identificada con todo el concepto. Su enfoque siempre fue trabajar en lo sustentable y lo ligado a la conservación y la naturaleza y fue eso lo que le motivó a contactarse con el arquitecto.

La oficina de la Cabin ANNA se instaló en plena reserva natural. Foto: Jorrit ‘t Hoen y Tonu Tunnel

Ahora, ella es una de las arquitectas de la oficina que cada vez gana más interés con la propuesta.

Lo que hace diferente a Cabin ANNA es su capacidad de adaptarse a cualquier condición climática, su flexibilidad, y que es de fácil construcción en cualquier rincón del mundo.

La cabaña cuenta con dos partes deslizantes, una de madera y otra de vidrio para que las personas puedan cerrar la cabina para crear un ambiente cálido y acogedor o abrirla para conseguir una atmósfera permeable y conectarse con el entorno natural, aprovechar la vista y el buen clima.

Estas tienen tres configuraciones: cerrado, centro abierto y centro abierto con techo de vidrio. De esta manera es posible decidir la cantidad de espacio que se desea exponer, cubrir o proteger.

La flexibilidad del proyecto no solo se refiere a la estructura móvil, también a los diferentes usos que puede tener la cabaña. En la actualidad, la firma ofrece tres tipos de construcciones una llamada ANNA Stay, pensada para vivir a corto o largo plazo hasta cuatro personas. Otra opción es ANNA Meet, una plataforma multifuncional enfocada en diferentes actividades, desde reuniones o cenas con amigos, hasta espacios de trabajo, yoga, entrenamiento y más.

Finalmente, está ANNA Me, una cabaña 100% personalizada, ya sea para trabajo, para vacaciones o cualquier otro uso que requiera la persona.

Otro punto que destaca de estas construcciones son los materiales. Ligados a lo sustentable, no solo por su capacidad de cambiar según los requerimientos, se utilizan materiales locales, principalmente madera. Todos los modelos están fabricados en alerce cultivado de forma sostenible y sin tratar.

Para Tapia, esta propuesta busca recuperar esa relación de la naturaleza con las personas. En futuro esperan abarcar a más países también en Latinoamérica, entre ellos Ecuador.

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