Los camiones de ‘refill’ recorren las calles de Quito en busca de promover un estilo de vida más responsable con el planeta. Dos iniciativas en la ciudad ofrecen productos biodegradables y orgánicos a domicilio para evitar la contaminación por plásticos en la urbe.
La idea es que las personas no continúen generando desperdicios. Ambas iniciativas se dirigen a los hogares de sus clientes para rellenar los envases que estos tengan, con productos de limpieza o de cuidado personal.
Ecomonster es uno de estos emprendimientos que surgió durante la pandemia. Stefanía Rajoy y Edu Cevallos crearon este proyecto familiar, bajo la premisa de que el plástico no es el problema, sino su uso.
Por eso promueven que las personas lo reutilicen la mayor cantidad de veces. Al principio, pusieron tanques de ‘refill’ en Tumbaco y realizaban ferias de productos orgánicos.
Debido a las limitaciones por la pandemia, se les ocurrió ofrecer el servicio a domicilio. Durante un año se movilizaron a las casas de sus clientes, les entregaban el producto en un envase y se llevaban los que estos tenían para lavarlos, desinfectarlos y reutilizarlos.
Mientras el emprendimiento empezaba a crecer, cuenta Rajoy, su hija de 2 años enfermó y en enero de este 2021 falleció. Después de un tiempo retomaron con más fuerza su proyecto Ecomonster.
Este lleva ese nombre por la afición que su hija tenía por los monstruos. Incluso, se hacían llamar la familia Monster y Cevallos tiene una empresa llamada Monster Construcciones.
Este 2021, Cevallos construyó la máquina dispensadora y empezaron a recorrer todas las calles de Quito y los valles a bordo del camión. En este llevan productos como detergentes, lavavajillas, suavizantes, desinfectantes, champú, acondicionador y jabón.
También ofrecen cremas, desodorantes, protector solar, polvo dental, aceites corporales y aceite de coco. Rajoy cuenta que trabajan con cinco marcas. Todas emplean materias primas orgánicas o son biodegradables.
Si las personas no tienen envases, se les entrega con un costo adicional. O también solo se rellenan los frascos que estos tengan en su hogar y se cobra de según la cantidad.
Durante esta pandemia también surgió Pepita Capulí. Este emprendimiento, creado por Diego Hidalgo y Ana Linares, se enfoca en el ‘refill’ de productos de limpieza a domicilio.
El ‘refill track’ se instala afuera de las casas o departamentos. Los clientes deben llevar los envases que deseen rellenar y se les entrega el producto. En este caso se cobra dependiendo de los litros pedidos.
Pepita Capulí ofrece envases de vidrio para quienes no los tengan. La primera vez tiene un costo y después solo se intercambia la botella.
Hidalgo explica que este emprendimiento es una alternativa comercial que evita la generación de desechos. Se enfoca en un modelo de economía circular y promueve el consumo responsable e innovación.
Desde que este proyecto empezó a funcionar, en diciembre del 2020, han evitado que se utilicen 700 kilos de plástico. Esta cifra toma en cuenta la huella de todos sus clientes. Se enfocan en que un pequeño cambio hace la diferencia.