Investigadores de los Centros Oceanográficos españoles han encontrado restos de plástico degradado en el estómago de peces. Según explicó este martes 26 de abril de 2022, un comunicado del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC).
En el estudio, uno de cada cuatro peces tiene plástico en su interior. Esta investigación fue publicado en la revista Science of the Total Environment.
El estudio estuvo orientado a evaluar la incidencia de microplásticos en el contenido estomacal de dos especies de peces de aguas profundas. Estos peses son: El talismán (Alepocephalus bairdii) y el granadero (Coryphaenoides rupestris).
Estas especies son de interés comercial que se capturan habitualmente en el banco de Porcupine, en las costas de Irlanda, entre 985 y 1.037 metros de profundidad.
Estudio identifica plásticos
En concreto, la evaluación se realizó sobre 50 individuos de ambas especies capturados. Y en el trabajo se revisa la incidencia observada en otros estudios en especies similares en todo el mundo.
Además de encontrar restos de plástico degradado en uno de cada cuatro peces, los investigadores identificaron en uno de los especímenes un filamento plástico (tereftalato de polietileno, PET) completo.
Alerta sobre el aumento de plásticos
En los últimos años la comunidad científica internacional da voz de alarma sobre la problemática ambiental. Relacionada con el aumento dramático de la entrada y persistencia de materiales plásticos en el medio marino.
Para comprender cómo afectan los plásticos a las distintas especies que pueblan nuestros mares han efectuado varios estudios. Uno de ellos sobre la presencia de microplásticos en la biota marina en una amplia variedad de animales, desde mamíferos y aves marinas hasta invertebrados.
Los peces comerciales y de aguas poco profundas han sido objeto de numerosos trabajos sobre la ingestión de microplásticos, dada su importancia en las redes tróficas y en la dieta humana.
Océano oscuro
Se sabe poco sobre la presencia de microplásticos en las especies de peces que habitan en el océano oscuro, en la zona batial.
Existe un alto grado de incertidumbre sobre la distribución de microplásticos en áreas alejadas de costa y el mar profundo.
Este trabajo proporciona el primer estudio de referencia de elementos microplásticos en peces de tales profundidades en el Atlántico.
“Sugiere que estas especies podrían usarse como bioindicadores en futuras investigaciones”, según Jesús Gago, coautor del trabajo y responsable del proyecto CleanAtlantic en el IEO.
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