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Tras el terremoto del 16 de abril pasado, la capacidad de respuestas de la población ecuatoriana conmovió por su desprendimiento y generosidad en las donaciones.
Los saltarines, la ambulancia interactiva, la carpa loca y la cancha sintética son algunos de los juegos infantiles que serán llevados por los integrantes de la Cruz Roja Ecuatoriana hacia la Costa. Los voluntarios viajarán a las provincias Esmeraldas y Manabí para realizar actividades lúdicas a los niños, niñas y adolescentes que están en los albergues de las dos provincias que fueron afectadas por el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter.
A las 08:30 de este jueves 19 de mayo del 2016 llegaron los primeros voluntarios del día al centro de acopio del Parque Bicentenario. Tras las fuertes réplicas que ocurrieron este miércoles 18 de mayo, que alcanzaron los 6.8 grados en la escala de Richter, los quiteños continúan haciendo donaciones para ayudar a los afectados.
Las personas que se encuentran sin trabajo se han convertido en voluntarios. Por el día del niño se espera receptar donaciones para los más pequeños en el partido del Independiente del Valle, que se jugará mañana, 17 de mayo del 2016.
Al cumplirse un mes del terremoto que ocurrió el pasado 16 de abril de 2016, el trabajo de los voluntarios no se detiene en el centro de acopio del parque Bicentenario. Conocidos como los Paules este grupo de hombres y mujeres no ha dejado de colaborar desde el primer día que el centro abrió sus puertas.
Luego de 27 días luego de ocurrido el terremoto que enlutó al país, las donaciones y voluntarios aún se hacen presentes en el Parque Bicentenario, norte de Quito, aunque en menor número que al inicio. La mañana de este viernes 13 de mayo del 2016, cerca de 30 personas acomodaban las botellas de agua y las raciones de alimentos en un tráiler que trasladará la ayuda a los poblados de la Costa.
Simón Meza es uno de los pocos personajes que continúan empacando y seleccionando los víveres que llegan como donaciones a la Cruz del Papa para los afectados por el terremoto. Él ha permanecido allí desde el primer día después de la catástrofe ocurrida en los poblados y ciudades de Manabí el pasado 16 de abril de 2016.
Vagabundo está acostado en una esquina de una habitación en donde hasta las 18:58 del pasado 16 de abril funcionaba la sala de velaciones de Pedernales. Tiene una cinta blanca que cubre parte de su mejilla y su oreja derecha. Allí tenía una gusanera que le fue retirada después de acudir a un albergue temporal para mascotas, tras la llegada del terremoto.
Aunque la sazón manabita es inconfundible, el sabor de Zaruma será difícil de olvidar para los afectados por el terremoto en Bahía de Caráquez.
Un grupo de voluntarios en Coaque, conformado por arquitectos y especialistas, recibieron material para construir casas de madera. Los jóvenes levantan una infraestructura que los comuneros esperan que se mantenga a futuro.
Voluntarios colombianos que llegaron con donaciones para ayudar a las mascotas afectadas tras el terremoto en la costa ecuatoriana, vuelven a Colombia con animales rescatados.
Coaque es un pueblo pequeñito que vive adosado a Pedernales como un niño de pecho a su madre. Esta parroquia de unos 2 000 habitantes, ubicada 12 km al sur de ese cantón manabita, también sufrió el embate del sismo con toda la fuerza.
El panorama en el Centro de Convenciones Bicentenario ha cambiado. En el lugar se instaló el centro de acopio y despacho de donaciones para los damnificados del terremoto del sábado 16 de abril. La euforia de los primeros días se ha transformado en un trabajo ordenado y sistemático.
Con el debido respeto por todas las víctimas del terremoto del pasado 16 de abril, quisiera expresar el orgullo especial que sentí de ser ecuatoriano. No seremos potencia mundial, ni siquiera un ‘jaguar latinoamericano’, pero en lo que a solidaridad respecta, fuimos un ejemplo para el mundo.
La lluvia no detuvo la recolección de donaciones en la Cruz del Papa del Parque La Carolina. La tarde de este sábado 30 de abril, los voluntarios acudieron a este punto para ayudar en la clasificación de los productos, aunque fueron menos en comparación a días pasados.
Las alteraciones nerviosas son el común denominador de las personas que están alojadas en los albergues en poblaciones como Palma Junta, Pueblo Nuevo, isla de Muisne y Chamanga, sur de la provincia de Esmeraldas.
En la pequeña cocina, al filo del mar, hombres y mujeres entran y salen. Unos ponen el arroz y el tallarín, otros acercan las tarrinas a la calle y el resto reparte.
Todos, chullas y chagras, se preguntan lo mismo: cómo fue posible que el mastodóntico Municipio de Quito se moviera con la velocidad de una liebre para socorrer a los afectados por el terremoto del 16 de abril en la Costa.
La escasa afluencia de voluntarios obligó al Municipio de Quito a pedir ayuda a estudiantes de las universidades y colegios de la capital. Esto debido a que desde el sábado 23 de abril del 2016 se identificó una disminución de personas en los puntos de acopio de donaciones que se instalaron en la capital para ayudar a los damnificados del terremoto en Manabí y Esmeraldas.