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La difusión de los beneficios medicinales de las plantas se ha convertido en una línea de trabajo en los mercados de Quito. Nacionales y extranjeros llegan todos los días al Centro Histórico en busca del conocimiento de las curanderas, que han heredado estos saberes de sus madres o de sus abuelas.
Existen más de 28 000 especies de plantas con propiedades medicinales, pero muchas apenas se aprovechan por la escasa documentación, revela un informe publicado el Kew Gardens, una de las instituciones botánicas más prestigiosas de Londres.
Una maceta, tierra abonada, semillas y dedicación. Eso es todo lo que necesita para instalar un huerto medicinal dentro de casa con plantas aromáticas como manzanilla, tomillo, valeriana, menta, orégano.
El agua cristalina se sumerge río adentro, abrazando las riberas del Jardín Botánico Yawa Jee (Casa de los animales y los niños de la selva, en idioma shuar).
La African Journal of Traditional, Complementary and Alternative Medicines (Revista africana de medicina tradicional, complementaria y alternativa) publicó recientemente una investigación realizada en el Ecuador en torno a las plantas medicinales que se utilizan en Chimborazo.
Mientras más viejos, más sabios. Así reza un dicho popular que, al parecer, es comprobable en el momento de analizar el etnoconocimiento de las plantas medicinales que tienen las personas de la comunidad de San José de Payamino, en la Amazonía ecuatoriana.
La horchata vino con la colonización. Los españoles la trajeron hacia el Ecuador luego de un viaje milenario de la bebida, el cual empezó en el antiguo Egipto. A pesar de ello, esta preparación se ha convertido, en los últimos 500 años, en una de las recetas tradiciones de los pueblos indígenas del país.
Los usos que los habitantes de las comunidades de Alausí y Chunchi les dan a las plantas que crecen en el borde del Qhapaq Ñan son variados. Algunas se usan para curar enfermedades y dolencias menores, se incluyen en baños rituales y otras sirven para alimentar a los animales.
Una canoa vieja sirve de parcela para sembrar paico, espíritu santo, ruda, discancel y chivo, plantas utilizadas para curar el mal ojo, espanto, mal aire y dolores abdominales, en Esmeraldas.
El aroma de las decenas de variedades de plantas medicinales que utilizan los yachaks del Hospital Andino Alternativo de Chimborazo se perciben desde la puerta de ingreso a sus consultorios. Allí se ofrecen limpias, masajes y atención de partos. Las plantas son el ingrediente principal de las técnicas ancestrales.
El trabajo con diferentes tipos de plantas ha sido parte de las tradiciones y los saberes ancestrales de nuestra región desde tiempos milenarios.
En el vivero Uni Shu (que significa piedra mitológica en tsa’fiki) están a salvo 700 plantas nativas que crecen en los territorios donde viven los tsáchilas.
En la sala de espera del consultorio de Valeriana Anaguarqui, una reconocida yachak de Chimborazo, siempre aguarda algún paciente. Los motivos más frecuentes que los hacen ir en busca de una limpia o un ritual andino de purificación son las angustias, la depresión y el estrés.
La depresión es una enfermedad cuyo número de pacientes va en aumento. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 350 millones de personas son diagnosticadas anualmente con este trastorno, afectando principalmente a las mujeres.
El hígado es sumamente importante para el buen funcionamiento del organismo. Es por eso que la gente siempre está preocupada por mantener saludable este órgano. De hecho en las tiendas naturistas se encuentran una serie de productos que ayudan a proteger el hígado y que se caracterizan por contener cardo mariano y aceite de girasol.
Los directivos del Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI) presentaron hoy 20 de marzo del 2014 su informe de rendición de cuentas del año pasado, en el edificio del Gobierno Zonal en el norte de Guayaquil. El IEPI trabajó el año pasado con instituciones y empresas en el campo agrícola, en la investigación y mejoramiento de variedades de rosas. “Se han ingresado nuevas variedades no solamente en rosas, sino también en fréjol, en maíz, incluso en caña de azuzar”, dijo Liliám Carrera, directora Nacional de Obtenciones Vegetales y Conocimientos Tradicionales.
“En las comunidades indígenas de nuestro país, las personas ya compran aspirinas en la tienda local; ya no consumen sus plantas medicinales”, explica Andrés Calero, técnico biólogo de la Coordinación de Saberes Ancestrales de la Senescyt. El experto visita regularmente comunidades tanto de la selva como de la zona andina de Ecuador. Explica que hasta en las zonas rurales aparentemente ajenas a los procesos globalizantes, se están perdiendo las tradiciones ancestrales.