Los integrantes de Humazapas, jóvenes de las comunidades ubicadas en las faldas de los volcanes Cotacachi e Imbabura, trabajan desde hace 10 años para dar a conocer la música ancestral kichwa. Este año, fueron seleccionados para abrir la cartelera de la XIX edición del Festival Internacional de Música Sacra.
Una guitarra acompaña las melodiosas voces de las niñas del cantón, de entre 7 y 12 años, que integran el coro de la Casa de la Cultura núcleo Santo Domingo. Ellas aprendieron el idioma nativo de los tsáchilas –el tsáfiki– a través de canciones.
Desde hace 9 meses, el Centro Cultural Cumbayá ha estado investigando y recogiendo información para visibilizar a los actores musicales de Cumbayá. El pasado sábado se presentó ese trabajo, ‘Cumbayá, patrimonio musical y sonoro’, que tomó forma de revista y un CD en el que se incluyen imágenes, datos y narraciones desde 1920.
La flauta, el pingullo, el bombo, el redoblante, la bocina y el churo ahora se fusionaron con la guitarra, la batería, el violín y otros instrumentos musicales para estilizar los ritmos autóctonos como sanjuanito, albazo y fandango.
Cincuenta niños y jóvenes se preparan para difundir las expresiones culturales propias del pueblo afroesmeraldeño, en el Centro de Arte Popular Raíces del Pacífico.
El disco ‘Infusión’ del grupo De Raíz de la Universidad de Cuenca ofrece una nueva propuesta. En 11 temas inéditos y un bonus track se combina la música ancestral como el sanjuanito, capizhca, chaspishka, yumbo, albazo... con el jazz, blues, rock y ritmos árabes.
Los silbatos que reproducen sonidos de la naturaleza, se unen con el espíritu del rap y elementos de música electrónica en una fusión que el ecuatoriano Fabrikante, hace posible en temas como Chimo vibración, primer sencillo de su segundo trabajo discográfico, que lleva por título ‘Kariño Universo’.
Las agrupaciones de música y danza ancestral de la ciudad de Esmeraldas preparan a nuevos talentos.
La música montuvia forma parte del nuevo proyecto del cantante ecuatoriano Carlos Grijalva, ‘En clave Ecuador’, que incluye una variedad de sonidos y de géneros que representan a diferentes culturas del país. El artista lleva meses recorriendo las zonas de Ecuador para encontrar fusiones, ritmos y letras que le permitan visibilizar esa diversidad a través del arte.
La música ancestral toma un nuevo impulso con la puesta en marcha del proyecto ‘Río Mira’, desarrollado en Cali-Colombia (agosto 2014) y en Esmeraldas-Ecuador (mayo 2015).