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Los pequeños visitantes son quienes más disfrutan del trabajo artístico elaborado por jóvenes moradores del suburbio guayaquileño. Su labor se inspiró en películas como ‘Intensamente’, de Disney-Pixar; Avengers, entre otras.
Los monigotes se venden en las aceras de distintos sectores de Quito.
Un He Man gigante sobre Battle Cat acompaña a Jaime Guerrero, de 33 años, desde hace cinco. Él lleva unos 15 vendiendo monigotes en la avenida Diego de Vásquez y Unión y Progreso, en la zona en la que se ubica la feria libre de La Ofelia, muy cerca del Centro de Salud Municipal del Norte de Quito.
El desafío que hizo el presidente Rafael Correa al asambleísta opositor Andrés Páez, en octubre pasado, será remedado en la ciudad de Atuntaqui, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, para despedir el 2015.
El Municipio de Latacunga prepara el concurso de Años Viejos. El evento se realizará el próximo 31 de diciembre del 2015 y participarán los diferentes barrios de la capital de la provincia de Cotopaxi.
Tolueno, plomo, mercurio, fósforo blanco… Esas son algunas de las sustancias tóxicas que se pueden desprender de la quema de monigotes, como explica el doctor Francisco Plaza, coordinador general de Fundación Médica contra el Ruido, Ambiente Contaminante, Drogas y Tabaquismo (Fumcoradt).
Una mala disposición en la quema de los monigotes en Guayaquil podría acarrear con multas e incluso la prisión según las ordenanzas municipales.
Las caretas de los políticos están en primera fila de decenas de improvisadas tiendas de Quito, para ser quemadas en la medianoche de hoy, 31 de diciembre, como un símbolo del año que se acaba.
Tres personas pintan con diversos colores parte de la enorme figura que es motivo de admiración por parte de transeúntes de las calles Capitán Nájera y la 20, suburbio de Guayaquil. “Papi ese es Koopa”, grita un adolescente desde la ventana de un auto.
Los monigotes gigantes, más conocidos como los 'Años viejos' sobresalen en las calles de Guayaquil y son visitados por los turistas del Puerto Principal. Las figuras serán destruidas el 10 de enero de 2015.
El año terminará en Quito con una exhibición de años viejos en la av. Amazonas. A diferencia de otros años, no se realizará un concurso de monigotes, sino un festival, pero se recupera un espacio que se ha utilizado por más de 30 años. En el 2013, el certamen se llevó a cabo en la Tribuna del Sur.
Una imponente máscara de la diablada de Píllaro decora la fachada de El Palacio de la Careta, ubicado en el centro norte de Quito. En su interior, cientos de coloridos modelos de máscaras -elaboradas en caucho, cartón y fibra de vidrio- dan un aire festivo al local.
Lavar la herida con abundante agua fría y no taparla. Esta es la primera recomendación que daba el médico Pablo Sánchez cuando hablaba de las quemaduras causadas por juegos pirotécnicos. En la mañana de este domingo, 28 de diciembre, este doctor atendía en el servicio de emergencias del Hospital Enrique Garcés, en el sur de Quito, y aseguraba que desde Navidad no han tenido registros de personas afectadas.
Personajes de series animadas, de comedia y políticos son parte de la oferta de monigotes en los diferentes sectores del Distrito. El viernes (26 de diciembre) hasta el mediodía, la afluencia de personas fue baja en las carpas del parque La Carolina, en el norte de la urbe. Llegaron unas 50 personas. La mayoría acudió a cotizar precios y escoger su personaje favorito.
Hugo Silva y todos los miembros de su familia se dedican al negocio de la elaboración de monigotes para fin de año. Él comenta que inicia con la labor desde febrero de cada año.
Dos personas, entre ellas un paramédico del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, resultaron con heridas en sus miembros inferiores, durante la quema de los últimos monigotes gigantes del suburbio porteño.
Los monigotes de Bella Aurora, el Padre Almeida, el gallo de La Catedral y la "Moterita", hasta la tarde de ayer, 7 de enero, continuaban en el bulevar de la 24 de Mayo, en el Centro.
Luego del frenético festejo de Fin de Año, las principales avenidas de la ciudad, en el norte y en el sur, amanecieron limpias, sin tanto escombro de años viejos quemados.
En una de las subidas a San Juan, en las calles Riofrío y Venezuela, se levanta una casa celeste de balcones volados, donde funciona la Corporación Quijotadas. Una imagen de un Quijote estilizado anuncia que allí opera un taller colectivo compuesto por jóvenes idealistas y soñadores como su legendario patrono.
La elaboración de monigotes por fin de año desde hace tres décadas en Quito ha sido una manifestación política desde la ironía, cuyo blanco central han sido autoridades y mandatarios de turno.