Luego del frenético festejo de Fin de Año, las principales avenidas de la ciudad, en el norte y en el sur, amanecieron limpias, sin tanto escombro de años viejos quemados.
En vías secundarias, de amplia circulación vehicular, como la capitán Ramón Borja (Kennedy) hubo desechos y restos humeantes de los monigotes.
Este Diario constató, en un recorrido que hizo desde las 07:30, que la avenida 10 de Agosto, hasta empalmar con la Galo Plaza, en el norte, lucía limpia, con pequeños montones de ceniza en los parterres. Asimismo, la Diego Vásquez, que conduce hasta el populoso barrio de Carcelén, se veía con escasa basura. María Isabel Huanta, quien desmantelaba el puesto de venta de años viejos, dijo que la gente contribuyó a mantener limpia esa transitada arteria, porque recogió los desechos de papel y de cartón luego de quemarlos. “Es prohibido usar aserrín, como antes; este material tardaba en consumirse”. En la Diego Vásquez y la calle Rodrigo Muñoz, Huanta estaba contenta: vendió, hasta las 23:30, 200 años viejos de cartón (120 trajo de la calle 6 de Marzo de Guayaquil) y de papel que fabrica, con su familia, desde agosto. Vendieron entre UD 5 y 8 por muñeco. “Este año nos fue bien. Pagamos las deudas de las caretas, que adquirimos a la familia Delgado de la Ferroviaria, y las pelucas de colores; ganamos una buena platita”, subrayó el esposo, Aníbal Durán, cerrajero de Carcelén Alto.
Al igual que la familia Durán Huanta, otras 15 tiendas de años viejos eran retiradas, pasadas las 10:00. En la avenida Eloy Alfaro se veían pocos cúmulos de ceniza, sobre todo en los parterres. No así en la comercial Ramón Borja: la gente de esa vía mantiene la tradición de fabricar años viejos gigantes, alegorías de los héroes de películas y otros motivos. En la noche del 31 de enero, cientos de transeúntes admiraban los muñecos y sonreían por las bromas y el típico pedido de dinero de las “viudas” (desde niños hasta adultos).
Fernando Freire, jubilado del Ministerio de Educación, barría la basura que se acumuló frente a la casa (Ramón Borja e Inés de Medina). “La gente estuvo alegre. Vi que gastó su buena plata en la confección de años viejos gigantes, en la compra de petardos y luces; en vistosos disfraces, más el costo de tragos y equipos de sonido”.
Más al norte, en la avenida Real Audiencia, los vecinos quemaron los viejos en los parterres de césped. No se afectó el pavimento. La Cebichería Rumiñahui estaba llena, al igual que el Palacio del Menudo en la av. Del Maestro.
En el Centro de Quito, con poca circulación, no hubo escombros.
Además, desde las 06:00 de ayer, personal de Emaseo, de a pie, y camiones realizaban un operativo especial de limpieza de los desperdicios a causa de la quema de monigotes. Los obreros recolectaban la basura de la Tribuna del Sur, sede del concurso de años viejos; y en las avs. Teniente Ortiz y Mariscal Sucre. Según el reporte de la entidad, la madrugada de este 1 de enero fue quemado una caja del programa Domingo de Tereques, en Solanda (av. Sozoranga y Pilaló), se arreglará la caja.
Durante el 2013 Emaseo recolectó 650 000 toneladas de basura. El servicio de recolección en la ciudad se retoma hoy.
Las calles desoladas
Ese fue el panorama ayer, primer día del 2014. Vías como la 10 de Agosto, 6 de Diciembre y Pedro Maldonado lucían despejadas. En las primeras horas de la mañana una ligera neblina cubría la ciudad. Por ejemplo, en el norte, en la av. De la Prensa, frente al parque Bicentenario, a las 08:10, los motores de tres vehículos rompían el silencio del sector. El paso a desnivel estaba vacío. No había transeúntes en las veredas y todos los locales estaban cerrados.
A esa misma hora, en la av. 10 de Agosto, frente a la Estación de La Y del Trolebús, estaba un grupo de seis personas. Esperaba que algún bus apareciera para que los transportara, porque el sistema de transporte público integrado (Ecovía, Trolebús, Corredores Sur Oriental y Occidental) empezó a atender desde las 09:00.
En algunas esquinas de la av. América se observaban fundas y cartones con desperdicios apilados, a pesar que Emaseo advirtió que el 1 de enero no habría la recolección normal de basura. Las tareas se centraron en la limpieza de monigotes en los espacios públicos. Esta situación también se vio en la calle Queseras del Medio, por el Hospital Militar, y la Velasco Ibarra, en El Trébol.
Más avanzada la mañana, por la av. 6 de Diciembre, a las 09:30, empezaron a circular los primeros buses articulados de la Ecovía.
El servicio se restableció media hora antes. En los andenes, como en el de La Paz, había pocos pasajeros. Por el sector las tiendas y locales estaban cerrados.
Movilizarse de norte a sur y viceversa fue más fácil. El tiempo de viaje disminuyó. Por ejemplo, desde la Whymper, en el norte, hasta San Bartolo, en el sur, tomó 25 minutos, en un día normal puede llegar hasta 45 y 50.
Cerca de las 10:00, los buses de transporte convencional también reanudaron operaciones. En el sector de El Recreo se veía buses de las cooperativas -como Planeta- circular con la mitad de pasajeros.