Por sí misma, la pandemia de covid-19 no conlleva un cambio del mundo de la vida, aunque se inscribe como metáfora en la transformación en curso desde finales de la II Guerra Mundial. La condición humana actual es un entramado de formas culturales, de procesos económicos, sociales y políticos diversos, de diferentes historias que se combinan y chocan para configurar el mundo global de hoy. La mundialización no comienza con la globalización económica neoliberal; es un destino de la humanidad cuando menos desde inicios de la modernidad (desde Vasco da Gama y Colón). Ha tenido ritmos de aceleración creciente, sobre todo los vinculados con las revoluciones técnicas.
Miles de personas firmaron una petición en línea para salvar de la demolición dos edificios de principios del siglo XX, que quedaron intactos tras el bombardeo atómico de la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945.
El jueves 13 de abril del 2017, Estados Unidos lanzó en Afganistán la bomba no nuclear más potente, GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast (MOAB), sobre un complejo de túneles controlados por Estado Islámico.
Testimonios, interpretaciones artísticas, fragmentos de películas, entre otros, son elementos que forman parte de un documental que hace una aproximación al horror del bombardeo atómico: ‘Visiones de Hiroshima’; que se presenta hoy, a las 19:30, en la sala Alfredo Pareja de la CCE.