En el último lustro, Pablo Cardoso se ha empeñado en tender puentes entre la economía y la cultura.
Pablo Cardoso abre esta semana una nueva exposición en la galería Dpm de Guayaquil, donde exhibe dos de sus trabajos más recientes.
Pablo Cardoso plantea en su más reciente serie de pinturas una suerte de “autorretrato amplificado” alrededor de la casa-taller en la que ha vivido casi 20 años en Cuenca (Azuay), frente a la inminencia de abandonar la vivienda en la que vive con su esposa y su hijo de tres años. Se trata de un viraje hacia el intimismo y la autorreferencialidad de un artista cuyas preocupaciones se han centrado en los problemas que aquejan al medioambiente y sobre todo en la noción del paisaje, que ha marcado su obra de los últimos 17 años.
Pablo Cardoso se distancia un tanto del realismo fotográfico que caracteriza su obra y exalta “la estética de la mancha” en un nuevo giro de su trabajo alrededor de la noción del paisaje.
El 2014 deja un saldo positivo en materia artística. Y con esto, no solo se hace referencia a destacadas exposiciones realizadas en el país (mencionar unas pocas parecería un error). También está la vasta edición de libros en los que se ha plasmado la historia del arte nacional, sea este precolombino, colonial e, inclusive, contemporáneo.
Entender que toda teoría es una forma de contemplación es una de las premisas que podría -y debería- primar antes de aproximarse a la obra de Pablo Cardoso, recopilada en las páginas de 'Teoría para actuar antes de tiempo', la publicación antológica que forma parte de los reconocimientos obtenidos por el artista cuencano tras haber sido merecedor del Premio Mariano Aguilera a la Trayectoria Artística.
El artista plástico Pablo Cardoso es el ganador del Premio Nacional de Arte Mariano Aguilera 2012, por su trayectoria artística.