La eutanasia se refiere a la práctica de terminar con la vida de una persona de manera intencionada, con el fin de aliviar el sufrimiento, generalmente, por enfermedades terminales o condiciones médicas graves.
Más temas
Desde el punto de vista científico se considera a la eutanasia como una opción para pacientes que enfrentan un sufrimiento intenso y prolongado. Además agotaron todas las alternativas de tratamiento.
Se clasifica a la eutanasia en dos enfoques:
Eutanasia pasiva: Retirar o no administrar tratamientos médicos que prolonguen la vida de un paciente. Esto incluye la suspensión de soporte vital o la decisión de no iniciar tratamientos que mantendrían al paciente con vida. La muerte ocurre de manera natural debido a la progresión de la enfermedad.
Eutanasia activa: Implica la administración intencionada de sustancias para causar la muerte. Este procedimiento es realizado generalmente por un médico e incluye el uso de medicamentos como sedantes o anestésicos en dosis letales.
Enfermedades comunes entre pacientes que solicitan la eutanasia
Las enfermedades asociadas con solicitudes de eutanasia incluyen:
Cáncer. En etapas avanzadas y comorbilidades, donde el dolor y otros síntomas son difíciles de controlar.
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): Enfermedad neurodegenerativa que causa un deterioro progresivo y severo de la función motora.
Neurodegenerativas: Como alzheimer y parkinson, que llevan a un sufrimiento prolongado.
Crónicas e incurables: Que generan sufrimiento físico o psíquico permanente, como enfermedades cardíacas avanzadas o pulmonares obstructivas crónicas.
Factores legales de la eutanasia en Ecuador
En Ecuador, el debate legal y ético en torno a la eutanasia se mantiene. La Corte Constitucional de Ecuador despenalizó la eutanasia en 2024. Actualmente, este país y Colombia son los únicos países en América Latina en reconocer este derecho.
La Corte consideró que la criminalización de la eutanasia era inconstitucional y liberó a los profesionales de la salud de la responsabilidad penal al realizar este procedimiento. Pero exigió a la Asamblea Nacional que arme una ley para regular la eutanasia, en un plazo de 12 meses. También otorgó al Ministerio de Salud Pública (MSP) un plazo de dos meses para elaborar un reglamento.
Actualmente, la Asamblea cuenta con un proyecto de ley realizado por la Defensoría del Pueblo y el MSP aprobó un reglamento sobre la aplicación de la eutanasia voluntaria y avoluntaria, el 12 de abril de 2024.
Pero la ausencia de una ley específica da lugar a varias interpretaciones, trámites burocráticos y genera incertidumbre entre médicos y pacientes. A esto se suman las creencias culturales y religiosas que inciden en la solicitud o no de esta opción, en casos terminales.
Para Daniel Simancas y Claudia Reytor, del Centro de Investigación de Salud Pública y Epidemiología Clínica de la UTE, la legalización de la eutanasia en Ecuador no solo es un paso hacia la garantía de los derechos humanos y la autonomía personal, sino que es una oportunidad para promover una cultura de compasión, respeto y dignidad en el manejo del final de la vida.
“Este es un momento decisivo para Ecuador, que puede establecer un precedente en América Latina al adoptar una legislación de eutanasia que sea humana, justa y basada en la evidencia científica más sólida”.
Factores éticos de la eutanasia en Ecuador
Entre los factores éticos en debate están las condiciones médicas irreversibles; el sufrimiento que no tiene alternativas viables para lograr un alivio; el consentimiento informado del paciente.
También se argumenta que los pacientes tienen el derecho de decidir sobre su propia vida y muerte, especialmente en situaciones de sufrimiento extremo. A esto se conoce como la autodeterminación.
Hay profesionales de la salud que consideran que la eutanasia va en contra del principio de “no hacer daño”, lo cual es una premisa en su práctica diaria.
La Constitución establece la objeción de conciencia a la que pueden optar los médicos ante una situación con la que no están de acuerdo. Es una alternativa cuando otro profesional dentro de la misma institución pueda cumplir el procedimiento.
En ese contexto, hay pacientes, familiares y los mismos profesionales que creen en la necesidad de mejorar los cuidados paliativos existentes en el Ecuador. En muchos de los casos no ayudan a aliviar el dolor y otros síntomas asociados a la enfermedad terminal. Hace falta profesionales capacitados y centros en los que se garantice una muerte digna.
Las autoridades de la iglesia Católica, incluso, señalaron que como sociedad corresponde aliviar el sufrimiento. Para esto-añadieron- hay que promover la ley de cuidados paliativos en Ecuador, en vez de conformarse con “la peor de las posibilidades”.
“No podemos ofrecer muerte si ni siquiera proveemos los mínimos requerimientos de
salud para una vida digna”, señalaron en un comunicado.
¿Qué ocurre con la eutanasia en otros países?
La legislación colombiana establece que la eutanasia se aplique a pacientes en condiciones de salud críticas y que hayan solicitado explícitamente este procedimiento. Esto asegura que la decisión sea informada y voluntaria. Un comité multidisciplinario evalúa la solicitud.
En Países Bajos se exige que al menos un médico independiente evalúe la solicitud de eutanasia para confirmar que el paciente cumple con los criterios necesarios, como el sufrimiento insoportable sin posibilidad de mejora. Esta doble verificación busca prevenir abusos y garantizar que la decisión se tome de manera ética y responsable.
En Canadá se pide el informe de dos médicos independientes que confirman si el paciente puede acceder a esta alternativa y previo a un consentimiento informado.
La diferencia entre eutanasia y suicidio asistido
La diferencia entre eutanasia y suicidio asistido está en quién realiza el acto final. En la primera, un médico o un tercero administra los medicamentos letales. En el suicidio asistido, el médico proporciona la receta para adquirir los medicamentos letales, pero el paciente es quien los toma.
La eutanasia activa es ilegal en Estados Unidos en todo el territorio, pero el suicidio asistido es legal en varios estados, entre ellos:
- Oregón: En 1997, Oregón se convirtió en la primera jurisdicción en legalizar el suicidio asistido por un médico para personas con enfermedad terminal. Los pacientes reciben una prescripción médica de sustancias letales. En 2022, en este estado se declaró inconstitucional negar el suicidio asistido a las personas de otros estados que estuvieran dispuestas a viajar allá para morir de esa forma.
- California, Colorado, Nueva Jersey, Washington, Hawai, Maine, Nuevo México, Vermont: También permiten el suicidio asistido bajo condiciones específicas.