Una gran mentira es la idea de haber logrado la “independencia” de Europa. Los Estado-Nación que surgieron fueron la continuidad, ampliación y profundización del colonialismo. Con ello, los criollos de derecha e izquierda validan y consolidan el sistema eurocéntrico: los 3 poderes, la democracia, el derecho, los partidos… Lo único que les interesa es pulir este sistema, en sus variantes capitalista y socialista.
Hasta antes de la “independencia” estaban vigentes algunas instituciones milenarias y tenían cierto poder algunos jefes indígenas. Con la creación de los Estado-Nación empeoró su situación, perdiendo la dirección de algunos poblados y pasando a ser siervos en las haciendas de los “independentistas”. El colonialismo se fue perpetuando y acrecentando, ante todo en forma epistémica. Llegado hoy al clímax colonial con los neocolonizadores de todo tipo.
Los Estado-Nación se encargaron de ir destruyendo el sistema milenario. Algo que no lo hizo la monarquía, más bien lo conservaron por su eficacia, siendo la República la etapa más oscurantista de Amerindia. Los que más han consolidado el modelo Estado es la Izquierda con su concepción estatista, que constituye un proyecto anticomunitario que el mismo Marx criticó en su última etapa. Hoy estamos viendo la destrucción de lo que queda de los sistemas y autoridades andinas (ayllu, marka, suyu).
El puntillazo final es el invento de “Estado Plurinacional”, que implica la inclusión masiva de los últimos comunarios al mundo colonial bajo la figura de comerciantes, sindicalistas, empresarios, profesionales, militares. Con ello, la terminación de las formas de organización y de vida comunitaria, por una urbanizada, individualista, aburguesada, clasista.
La “extirpación de idolatrías” no logró acabar con el mundo indígena, pero la izquierda eurocentrada lo está logrando. El Estado criollo con ropaje indígena. La salida es el Buen Vivir para reflorecer el exitoso sistema mancomunitario.