De forma inmediata saldrán a las calles 300 policías más en Quito. Hay un contingente de 4 460 de ellos.
Una cita del Ministro de Gobierno con el Alcalde de la capital finalmente respondió a las expectativas de la gente, ávida de más seguridad y respuesta efectiva de las autoridades.
La verdad es que los quiteños y demás habitantes de Quito están sorprendidos por los niveles de violencia, asaltos y robos a mano armada.
La reacción llega, desafortunadamente, luego de una acción contundente que se produjo en Guayaquil. Esta semana un comité de alto nivel decidió varias cosas importantes. La Alcaldesa habla de un vínculo entre las mafias del microtráfico de drogas con los actos seguidos de sicariato que agobian al puerto principal.
En cualquier caso, la consecuencia en la capital es que el contingente del Cabildo trabajará con sus funcionarios coordinadamente con la Policía.
Además, el Burgomaestre ofreció poner a disposición de las operaciones 241 camionetas, 846 motos, 10 ambulancias, cinco buses y el helicóptero. En este último caso, es apenas lógico que el equipo aéreo municipal debe actuar en conjunción con la Policía y su flota.
El Ministro de Gobierno ofreció revisar las cifras para determinar el tipo de acciones en las zonas más complicadas del Distrito Metropolitano. Hay que anotar, empero, que la data la tiene al día y de forma minuciosa el sistema del ECU-911.
En estos tiempos de pandemia se ha agudizado un fenómeno que viene in crescendo desde hace tiempo. Es verdad que el crecimiento del desempleo arroja a una parte de la gente a la delincuencia y esta suele incrementarse. Y no solamente eso, sino que los niveles de violencia como los mostrados por cámaras de seguridad en asaltos son altos.
La captura de dos peligrosos asaltantes, que se hicieron conocer por sus últimos actos delictivos y que intentaban fugar a Colombia, es un punto a favor de la eficiencia del seguimiento policial. La localización de los puntos neurálgicos y una respuesta oportuna y coordinada darán algo de tranquilidad a la gente.