Juan Manuel Santos y Rafael Correa, presidentes de Colombia y de Ecuador, mantienen un diálogo que se amplía en gabinetes binacionales.
Atrás quedaron los días de las tensiones por los ataques del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano y que dieron como resultado la muerte de alias ‘Raúl Reyes’, comandante de las FARC.
Hoy, aunque con dificultades, Colombia adelanta en La Habana un diálogo de paz. El Gobierno y el grupo subversivo intentan poner fin a años de violencia que han acarreado la muerte de miles de personas inocentes.
El tema interno de Colombia fue motivo de la conversación. Rafael Correa ofreció su apoyo para que este diálogo fructifique. Los impactos de la guerra interna de Colombia son evidentes para el Ecuador: inseguridad, insurgentes que cruzan la frontera, actos delictivos vinculados a sus actividades ilícitas, incluidos el acarreo de armas y el narcotráfico.
En el tema de refugiados, el Ecuador ha abierto sus brazos para acoger a los colombianos que huyen de la violencia. Colombia debe compensar los ingentes gastos que esto supone.
Además de estos asuntos, fue importante que los presidentes hayan hablado -después de su largo paseo en bicicleta- del puente sobre el río Mataje.
La agenda de salud binacional es asunto clave por tratarse de zonas vulnerables en ambos lados de la frontera. Salubridad infantil, vigilancia epidemiológica, tratamientos de enfermedades transmitidas por vectores y salud reproductiva, puntos primordiales.