El Presidente anunció en el último trimestre de 2014 que este año sería difícil, y no se equivocó.Aunque el Mandatario piense que lo peor de la crisis petrolera ha pasado, la baja del precio del crudo impacta al Ecuador.
El sector hidrocarburífero es vital para la economía ecuatoriana, máxime en un modelo que se ha sustentado en el crecimiento desmesurado del Presupuesto del Estado y el gasto fiscal.
Si por el petróleo ingresaron este año menos dólares, y, aunque el precio internacional se vaya a estabilizar después de largos meses de caída, la principal debilidad de nuestra economía está en la balanza comercial deficitaria. Por eso se intenta corregir el problema frenando en algo las importaciones con salvaguardias y sobretasas pero que tienen otros efectos.
Cuando se instauró la dolarización se insistió hasta el cansancio en varias cosas. Ampliar los mercados exportables, diversificar los productos, mejorar en calidad y volúmenes para atender las demandas y tener precios competitivos.
Esas premisas se cumplieron parcialmente. El dólar -indispensable para la estabilidad económica- elimina un factor de ventaja al estar apreciado.
El acuerdo con la Unión Europea tardará en mostrar todos sus beneficios y hace falta más inversión extranjera. Además, las salvaguardias pueden ser cuestionadas en la OMC, mientras debemos competir en las exportaciones con países que pueden devaluar o tener gigantescos volúmenes de producción. Cuidar las exportaciones es el reto.