Todos somos vulnerables en la vía pública. No existen diferencias de clases sociales ni económicas. El exceso de velocidad al conducir un vehículo motorizado puede generar desde heridas hasta la muerte a cualquier persona. No hay privilegios.
Según el informe de la Agencia Metropolitana de Tránsito y Bloomberg, en 2022 el 79,06% de víctimas fatales correspondió a usuarios vulnerables de la vía (33,76% peatones). En el mismo documento se dice que en la capital hubo un incremento de 7,34% de fatalidades comparado con 2021: las muertes en las vías no paran. Las estadísticas asustan, pero se pueden volver parte del asfalto si nadie hace algo.
En Cataluña, en 2015, murieron 216 personas en siniestros de tránsito y al siguiente año, 231. Así lo recoge un emotivo anuncio del Servicio Catalán de Tránsito.
En él se ve a un grupo de personas que observa el número de víctimas en la vía pública y al que se le pide pronosticar: “¿Cuál debería ser la cifra para este año?” Los entrevistados se atreven a soltar números y dicen… 100, 200 o un 20% o 25% menos o “como mínimo se debería bajar a la mitad” responde una mujer, para que sea un éxito. El entrevistador sugiere: “¿Y si yo te dijese que solo habría tres muertos?” Hay alguien que dice: “Exageradamente baja”, otro entrevistado responde: “Serían muy buenas noticias”, “¡ojalá!”, exclama alguien más. El entrevistador acota: “¿Y si fuesen aquellos tres?” Y se ven imágenes de los hijos, esposos, esposas, nietos, familias de los entrevistados. Todos disfrutando de la vida, riendo. Los entrevistados lloran. “¡Ay, no; ellos no!”, dice una abuela sobre sus nietos. “Ellos no pueden morir en las calles”. “¿Cuál creen que debería ser la cifra?” Vuelve a preguntar el entrevistador:
“Cero”, responden todos.
La campaña Visión Zero lucha para reducir a cero el número de víctimas mortales en las vías y corresponde a una estrategia global que trata de evitar muertes y lesiones graves en siniestros de tránsito. Visión Cero se ha adoptado en muchas ciudades del mundo, Quito aún está muy lejos de asumirlo. Hacerlo requiere un compromiso por una movilidad segura y sana.
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