Es indudable que el bombo es un instrumento tanto de algarabía como de protesta y que su utilización como herramienta, más que un instrumento de resonancia tiene un claro origen peronista en Argentina. En sus broncos retumbes se desarrolló la resistencia en distintas épocas; por eso, se hizo un medio de comunicación masiva y es my notoria su presencia en las manifestaciones deportivas o políticas.
En la reciente y multitudinaria marcha que se realizó en varias ciudades de la República Argentina -ignorada o no destacada por la prensa ecuatoriana- estuvo presente con su voluminosa y bullida presencia, aunque esta vez compitió con las cacerolas y los carteles de protesta contra la no reelección, la corrupción y la inseguridad ciudadana. ¿Se parece a otro país de Sudamérica o es simple coincidencia?
Sea como actor, testigo o simplemente como referente el “bombo argentino” -aquel que se refugió en los estadios para cantar la marcha peronista que no podía hacerlo en las calles- fue parte de un suceso inédito en lo que transcurre el siglo XXI. Se integró a una masiva manifestación ciudadana sin convocatorias ni interlocutores políticos contra un gobierno que como los de su clase controla todo el poder del Estado. Debe añadirse, que las marchas simultáneas en varias provincias de este septiembre del 2012 fueron pacíficas, no hubo desmanes como tampoco represión y que el gobierno con su conocido pulso político inicialmente manifestó que tomaría en cuenta este sentir popular. Luego vendrían los berrinches como sucedió en el Ecuador en una fecha que ahora es propiedad privada.
El caso argentino además de lo inédito es curioso. Se realiza en el escenario del fenómeno llamado neopopulismo, democracias delegativas o revolución de cualquier siglo posterior al XX, donde sus protagonistas disfrutan de enormes disponibilidades fiscales que pueden cubrir cualquier embarazo no deseado con alguna recepción en un buen hotel de la capital. Los políticos de la cúspide tienen la sartén por el mango: triunfos electorales, administración del poder sin cortapisas, contratos y subsidios. Debe añadirse que cuentan con la gratitud de importantes sectores empresariales que se suman con la convicción de que la primavera nunca termina y que las instituciones solo son validas si se atraviesa alguna crisis. Por eso la reelección indefinida es democrática pues los “ Bussines son bussines”.
La protesta ciudadana en Argentina enseña que sin entrar en la escalada del golpismo y la represión, pueden gritar libremente y no por obligación, como en aquel triste mundial de 1978 cuando era peligroso no cantar “el que no salta es holandés”. Gracias a Maradona y a la mano de Dios se limpió en México 86 la cara de ese noble pueblo que acunó en su rezago a Sábato, Borges, Pedernera, D’Estéfano, Troilo, Piazzola y tantos otros. Por eso, a los jóvenes es importante aclararles que en esa nación no todo fue Videla, Masera o López Rega.