Casi inadvertida pasó la conmemoración de los dos años de funcionamiento del nuevo aeropuerto Mariscal Sucre, ubicado en la parroquia de Tababela, pero más conocido por el lugar donde fue construido que por su nombre propio. Dos años que han servido especialmente para derribar mitos sobre su funcionamiento, la distancia, el clima, las operaciones aeronáuticas, etc.
Participé en el primer vuelo con pasajeros a bordo de un avión de American Airlines, que despegó desde el antiguo Mariscal Sucre y después de 9 minutos de vuelo aterrizó en la nueva terminal. Los miedos se disiparon apenas la aeronave tocó la pista, pero los problemas no desaparecieron. Para llegar a Tababela la única vía posible era por Cumbayá, Tumbaco y el puente sobre el río Chiche. Esto significaba que por lo menos había que calcular entre una y una hora y media para llegar a tiempo y no perder el vuelo.
En diciembre se inauguró la Ruta Viva y ese problema desapareció automáticamente. Entre 30 y 40 minutos es el máximo de tiempo por esa vía o por la Collas, ubicada a pocos kilómetros del peaje de Guayllabamba. La ampliación de la nueva terminal está muy próxima a ser concluida, los estacionamientos bajaron la tarifa, se construye un moderno hotel frente a la terminal y tal vez lo único que queda pendiente es revisar la tarifa de taxis, que cobran 25 o 30 dólares. Estaba bien calculado ese valor para una hora o más de viaje, pero el tiempo se redujo a la mitad y se mantiene la misma tarifa.
El antiguo aeropuerto Mariscal Sucre era conocido como el Kai Tak de Latinoamérica por su similitud con el ahora cerrado aeropuerto de Kai Tak en Hong Kong, afirma Sandro Rota en su blog ‘Fotografía de aviación en Ecuador’. La accidentada geografía quiteña había convertido al viejo aeropuerto en uno de los más complicados del mundo, señala el bloguero que, además, forma parte de un equipo que practica ‘spotting’, una pasión de fotógrafos que captan imágenes de aviones en maniobras de despegue o de aterrizaje.
Después del despiste de una aeronave de Iberia en el antiguo aeropuerto, algunas compañías redujeron el número de operaciones con aviones de gran tamaño, especialmente cargueros. Desde la inauguración del nuevo aeropuerto la situación cambió. Compañías de carga aérea entran y salen de Tababela sin limitaciones y con la máxima seguridad; así quedó demostrado durante los días previos a San Valentín.
Sandro Rota registró en su blog la presencia de compañías como Lufthansa, Martinair, Tampa, Avianca, Atlas, Etihad, Emirates, Lan, Florida, Absa, MasAir, Cubana, etc. Los mayores aviones cargueros de Airbus y de Boeing, incluso algunos Tupolev operaron durante los días de mayor demanda de exportación de flores. También regresaron algunas compañías de Courier que habían dejado de operar desde el antiguo aeropuerto.