No hace mucho hemos conmemorado el tercer aniversario de la muerte de José María Egas Ribas, a quien recordamos como un hombre coherente que vivió en medio de grandes contradicciones. Nació en un hogar católico, se formó como nacionalista, actuó como militante de derecha, abrazó luego el reformismo y por fin terminó en una postura de izquierda socialista. Nunca dejó de ser crítico y optimista. Toda la vida fue un militante. Experimentó la acción del Creador en su propia vida y en su salud. Sus últimos días los vivió con la fe recibida como un don desde sus raíces cristianas, esperando el fin con la convicción de que lo llevaría a su destino trascendente.
José María escribió como militante y como trabajador de las Ciencias Sociales. Sus textos son, sin embargo, siempre comprometidos. Así deben leerse, sobre todo ahora que ya son clásicos del pensamiento nacional.
La mayor parte de su producción académica se refiere a sociología, teorías del desarrollo, coyuntura nacional e internacional. Sus trabajos están recogidos en el libro ‘Escritos desde la academia’, publicado en coedición por la Universidad Andina Simón Bolívar y la Corporación Editora Nacional. En este libro, que integra la Colección Ciencias Sociales, se incluyen varios textos escritos en diferentes épocas. Lautaro Ojeda ha realizado un estudio que los ubica en el contexto en que fueron escritos y en las circunstancias que vivió su autor. Sin duda se leerá con provecho y con una cuota polémica, que le hubiera gustado a José María mucho más que las alabanzas.
Buena parte de su producción política se recoge en el libro ‘Escritos desde la política’, que reúne la producción de varias décadas de actividad política del autor. Fue publicado por Ediciones La Tierra, con auspicio de la Universidad Andina. Allí se aprecia su tránsito ideológico y político, no exento de grandes conflictos, pero siempre alentado por un imperativo de consecuencia. Hay rupturas notorias, pero también continuidades en las que se descubre un humanismo y un patriotismo persistentes. En su estudio, Santiago Ortiz las destaca presenta el contexto en que los trabajos fueron escritos y las circunstancias en que vivió su autor, desde sus inicios confesionales, su presencia en la democracia cristiana y su militancia final en el socialismo.
Entre otros méritos, la obra tiene el de revelar las fuentes ricas y diversas del pensamiento so-cialista en Ecuador y América Latina.
En estos días, en nuestro país y en toda América Latina, se está debatiendo la naturaleza del socialismo y sus alcances. Si no fuera suficiente la ocasión del homenaje, este sería un motivo adicional para leer la producción de José María Egas, que con su vida y sus escritos ratificó que el socialismo no es ni calco ni copia sino creación heroica, como dijo Mariátegui.