La revisión de resultados de las elecciones 2025 en Ecuador terminó en 24 provincias, incluidos los de Daniel Noboa y Luisa González. Aún debe llegar material del exterior. El 22 de marzo es el plazo máximo para proclamar los datos definitivos.
Las cifras generales de los resultados se presentarán cuando no queden recursos pendientes, como impugnaciones. En la primera vuelta, el 9 de febrero, Ecuador votó por binomio presidencial, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
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En el balotaje, el 13 de abril, la ciudadanía deberá elegir entre Daniel Noboa y Luisa González para ocupar la Presidencia.
Resultados elecciones, Daniel Noboa y Luisa González
Según el Código de la Democracia, una vez que las juntas electorales cierran el escrutinio, notifican los resultados a las organizaciones políticas de su provincia. Tras el informe, estas tienen dos días para presentar objeciones.
Esa es la primera instancia de reclamo formal. La junta provincial debe resolver y, de acuerdo con esa definición, los partidos y movimientos pueden impugnar. Pero, esta vez, ante el Pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE).
La última instancia es el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). El Código de la Democracia establece, justamente, el derecho de objeción motivado y con respaldos.
Hasta la tarde de este 17 de febrero de 2025, el escrutinio presidencial registraba un avance del 99,80 %. En las 24 provincias completaron al 100% y quedaban novedades en 11 actas.
Daniel Noboa seguía adelante con 44,16%. La diferencia con Luisa González continuaba muy estrecha, pues, alcanzó un 43,97%.
Del mismo modo, las cifras del conteo de asambleístas nacionales ponen adelante al Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), seguido de la Revolución Ciudadana. No obstante, ninguno de los dos representa una mayoría absoluta.
La lectura de las elecciones 2025
Los resultados de la primera vuelta no solo dejaron dos candidatos que disputarán la Presidencia o dos bloques mayoritarios en el Legislativo, sino algunas lecturas.
El analista José Manuel Portugal destacó que es la primera vez en la historia democrática reciente del Ecuador que se evidencia una total polarización en una primera vuelta electoral.
Esa situación influyó, además, en la composición de la Asamblea Nacional, con dos tendencias claramente definidas y con una diferencia mínima entre ellas.
Ahí, además, se abrió un nuevo frente, la necesidad de alianzas frente a la falta de una mayoría.
El panorama para el nuevo periodo legislativo, que se extenderá hasta 2029, contempla la posibilidad de una tercera bancada.
Eso solo sería posible con la alianza entre los ganadores de Pachakutik, Partido Social Cristiano (PSC), entre otros. La otra vía es que las minorías se vinculen o apoyen al bloque oficialista.
La Asamblea Nacional pasará de tener 137 a 151 asambleístas. Esto se debe al crecimiento poblacional y la representatividad que va atado a este aumento.
La dispersión de votos falló
José Manuel Portugal agregó que otro aspecto relevante es que los 14 candidatos restantes, en conjunto, no alcanzan ni el 10% del electorado. Esto contradice la idea de que la pluralidad de candidatos genera una dispersión del voto, algo que en esta elección no ocurrió.
“Este fenómeno abre una nueva línea de análisis sobre el comportamiento del electorado. La estrecha diferencia en la primera vuelta y el pequeño margen necesario para ganar en segunda vuelta hacen que el papel de los indecisos sea crucial”.
En ese escenario, agregó el analista, el “endoso” de votos por parte de los demás candidatos podría no ser determinante, salvo en el caso del movimiento indígena.
La votación obtenida por Leonidas Iza podría inclinar la balanza a favor de uno u otro contendiente.
Quienes apoyaron a postulantes que no lograron pasar al balotaje también podrían sumar puntos a una de las dos candidaturas principales, aunque en menor medida.
¿Las cifras hablan de izquierda y derecha?
El analista Pablo Ruiz dejó sentado que los resultados, además, demostraron que el clivaje más grande ahora en Ecuador no es izquierda versus derecha, sino lo nuevo contra lo viejo.
En esa línea, apuntó, las narrativas importan. El “nuevo Ecuador”, de Daniel Noboa, es un relato que funciona más allá de si es real o no.
Él plantea la dicotomía clásica con todo lo que políticamente no le conviene al presidente actual (lo viejo). Esta estrategia también fue usada por el correísmo (cuando eran lo nuevo) y se enfrentaban a la partidocracia (lo viejo).
Pablo Ruiz, a su vez, remarcó que, tras los resultados de la primera vuelta, el país terminó desechando a empresas electorales (los partidos de alquiler) que lanzaron a cualquier candidato para rellenar la papeleta. “Muchos de ellos pretendieron replicar lo que pasó con Daniel Noboa en 2023”.
Según el experto, el voto más orgánico fue el de Pachakutik, que terminó, al menos, hasta la tarde de este 17 de febrero, con un 5,25%.
El rebote de los resultados
El riesgo país de Ecuador subió más de 200 puntos después de conocer los primeros resultados de las elecciones 2025.
El indicador estuvo por debajo de los 1 000 puntos por 13 días consecutivos, desde el 29 de enero hasta el 9 de febrero, cuando se realizaron las votaciones.
De hecho, el día de las elecciones se ubicó en 903 puntos, uno de los niveles más bajos desde 2022. El 10 de febrero subió a 1 162 y hasta este 16, en 1 319. Hoy se conocerá la cifra de este 17.
El concepto se refiere al indicador que mide la percepción de los mercados internacionales sobre la capacidad de pago de una nación. Es decir, un índice alto apela a un riesgo mayor de incumplimiento de deuda o caer en default.
En esa línea, el panorama incluye que los bonos soberanos pierden valor y su rendimiento sube en el mercado internacional.
En cambio, si el riesgo país disminuye, una nación tiene más facilidades para conseguir créditos con tasas de interés más bajas y permite emitir bonos soberanos en condiciones favorables.