Durante dos horas, Daniel Noboa y Luisa González, participaron del debate presidencial. Por cadena nacional de radio y televisión, los candidatos de Acción Democrática Nacional (ADN) y Revolución Ciudadana (RC), ofrecieron sus planes de gobierno.
Sin embargo, el debate ocurrido la noche de este 23 de marzo del 2025 estuvo dominado por las frases hechas, eslóganes de campaña, acusaciones mutuas y pocas propuestas.
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Narcotráfico y corrupción destacan en el debate
El debate presidencial estuvo dividido en cinco ejes temáticos: Educación, Salud y Seguridad Social, Criminalidad y Seguridad, Economía y Empleo, y Gobernabilidad. Sin embargo, si bien hubo un segmento exclusivo para tratar la inseguridad en el país, el narcotráfico y la corrupción cruzó la mayor parte del debate. Y en este sentido las acusaciones eran mutuas.
Se recriminaron ser parte del narcotráfico y la corrupción. Luisa González no dejó de referirse a María Moreno, “presidenta de ADN (…) maneja nueve empresas del Grupo Noboa”, y que tendría “un caso por narcotráfico“.
En cambio, Noboa acusó a su rival en las urnas sobre su aparecimiento en los chats de la fiscalía del caso Ligados y cómo en el país, con la implantación de la tabla de consumo mínimo, perjudicaron y quitaron esperanza de vida a los jóvenes ecuatorianos.
Frases elaboradas y acusaciones
Los dos candidatos tuvieron también la oportunidad para lanzar sus frases hechas. Luisa González, al inicio de casi todas sus intervenciones, decía siempre “No, Noboa, no mientas”.
En cambio, Daniel Noboa aprovechó uno de los temas más álgidos de la discusión de la economía ecuatoriana: la dolarización y la idea de los “ecuadólares”. En ese sentido, Noboa dijo unas cuantas veces: “Luisa te desdolariza”.
También aprovechó para llamarla “la Rana René“, como se la nombraría en los chats de la Fiscalía. Fue en ese momento cuando González enfureció y le dijo a Noboa: “¡A mí me respetas!” Y esto se repitió varias veces.
Los reproches y las acusaciones de los candidatos fueron constantes. Y en eso también tuvieron presencia importante las relaciones políticas de cada uno de ellos.
Noboa destacó que los amigos de González están presos o prófugos. En cambio, González remarcaba el favorecimiento que recibía la familia del presidente con el Estado.
Es más, se reclamaron que no fueron capaces de responder las preguntas. Noboa le recriminó mucho a González que no dijo nada sobre la cercanía con Nicolás Maduro o que sus argumentos eran “una fanesca, con insultos, tratas de posicionar algo y terminas confundiendo”.
González, en cambio, le decía constantemente a Noboa “enfócate”. El candidato de ADN, nunca dejó de mencionar al “chat de los muppets” y a ella como la “rana René”.
Venezuela, otro tema presente en el debate
Ante la insistencia de Noboa para que González se pronuncie sobre el régimen “autoritario” y “dictatorial” de Nicolás Maduro, González dijo que sí. En seguida, quiso explicarlo: para “devolverlos a su patria”.
“Nosotros los vamos a devolver”, insistió y acusó a Noboa de permitir su ingreso de venezolanos. Este le respondió que era una cuestión humanitaria.
Las ofertas del debate presidencial
Más allá de los cuestionamientos, los eslóganes de campaña y las acusaciones mutuas, las propuestas eran pocas. Ofertas de puestos de campaña: trabajo (que a la vez fortalecería la seguridad social), defender la dolarización, respetar la institucionalidad republicana y la libertad, combatir el narcotráfico y fortalecer la educación y defender a la juventud de los cárteles de la droga ofrecieron ambos candidatos.
Sin embargo, se vieron dos comportamientos diferentes en este debate presidencial en el que hubo pocas propuestas, pero muchos eslóganes. Luisa González tuvo momentos de exaltación; Daniel Noboa, en cambio, se mantuvo más sereno durante las dos horas en las que buscaron convencer a los indecisos para que voten por ellos.