Los talentos se abren paso con medallas mundiales

Carlos Mina, quien representa a Pichincha, ganó bronce en Alemania. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Las medallas mundiales sirven para salir del anonimato a los adolescentes y jóvenes de provincias pequeñas. Por lo general, sus éxitos panamericanos y sudamericanos pasan inadvertidos ante logros internacionales de seleccionados élite o con mayor trayectoria.
Lucía Yépez, por ejemplo, viajó casi en silencio al Mundial de Lucha, como campeona panamericana escolar y de cadetes. A su retorno de Atenas, Grecia, con la medalla de bronce, la situación fue diferente. Las fotos de su arribo al país coparon plataformas digitales de los organismos deportivos.
La luchadora forma parte del grupo de 10 ecuatorianos que este año consiguieron medallas en torneos mundiales.
Yépez tiene 16 años. Hace 10 se inició en la lucha y su sueño es clasificarse a unos Juegos Olímpicos. Su entrenador, Luis Vera, sostiene que su dirigida fue considerada como la mejor luchadora del continente americano en la categoría cadetes, el año pasado. “Tiene un futuro extraordinario en la lucha”.
Según Vera, las provincias pequeñas dan prioridad o se enfocan en disciplinas que son consideradas fuertes. En Los Ríos se masifica la lucha con 60 niños, algo que no ocurre en Pichincha o en Guayas. “Esas dos provincias practican 45 deportes y nosotros manejamos unos 16, esa es nuestra ventaja”.
Las cuatro medallas mundiales que Ecuador tiene en la lucha olímpica han sido ganadas por las seleccionadas de Los Ríos. A Yépez, quien integra el Plan de Alto Rendimiento, se suman Diana Piza con una presea de plata y otra de bronce, alcanzadas en el 2007 y 2008, así como Luisa Valverde, bronce en el 2011.
Como ellas, otros seleccionados nacionales de provincias pequeñas han tenido experiencias parecidas. Es el caso de la marchista Glenda Morejón, quien -sin apoyo gubernamental y entrenándose con zapatos parchados- ganó la medalla de oro en el Mundial Sub 18 de Atletismo, realizado en julio pasado en Nairobi, Kenia.
La andarina imbabureña de 17 años llegó al Mundial como campeona sudamericana de Menores, Prejuvenil y Sub 18, así como medallista de bronce de la Copa Panamericana de Marcha Sub 20. En este último torneo, realizado en Lima, Perú, cronometró 22:42,00 y pulverizó el récord en 5 000 m de la azuaya Miriam Ramón (23 minutos), vigente 27 años.
Otras campeonas mundiales como las hermanas Neisi Dajomes y Angie Palacios Dajomes, así como Lisseth Ayoví, también pertenecen a provincias pequeñas. Las dos primeras son de Pastaza y la tercera es de El Oro. Ellas han alcanzado títulos mundiales de levantamiento de pesas en las categorías prejuvenil y juvenil.
En los seis últimos años, han estado permanentemente en el podio mundial y en la actualidad gozan del apoyo económico del Ministerio del Deporte. Neisi, de 19 años, es la halterista juvenil más exitosa de Ecuador, con un séptimo puesto en los Juegos Olímpicos del 2016 en Brasil.
Para Mayra Hoyos, actual entrenadora de Neisi Dajomes y de otros destacados pesistas, el secreto del éxito está en el trabajo responsable y disciplinado que se hace a diario. “Pastaza es una provincia pequeña y la que menos recursos recibe del Ministerio del Deporte, me parece que está en el puesto 20 en asignaciones”.
Hoyos lamenta las experiencias difíciles que deben pasar sus dirigidos por la falta de dinero. Los seleccionados, antes de sus éxitos mundiales, deben ir a diferentes torneos internacionales con sus propios recursos. “A veces con nuestro propio dinero les compramos las vitaminas para que puedan prepararse”. Los técnicos se convierten en segundos padres de los deportistas.
Algo parecido sucede con Frixon Chila, quien ganó medalla de plata en salto triple en el Mundial Sub 18 de Atletismo. Él sacó fuerzas de voluntad al recordar los momentos difíciles que vivió antes de esa competencia, por falta de apoyo. Tras su éxito entró en el Plan de Alto Rendimiento.
La nadadora Samantha Arévalo, el patinador Jorge Bolaños y el escalador Carlos Granja también pertenecen a provincias pequeñas, como Morona Santiago, Carchi e Imbabura. Ellos se han ganado su nombre a escala mundial.
La excepción la constituye el guayaquileño Carlos Mina, quien representa a Pichincha, una de la provincia con múltiples campeones. El púgil, de 24 años, ganó la primera medalla de bronce para Ecuador en los mundiales de boxeo, en Hamburgo, hace dos semanas.
Pese a su éxito, él se entrena por su cuenta en Quito. No tiene un DT para sus ensayos.